Capitulo 10

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Una de los mejores tranquilizantes son los abrazos, y más si son de una de las personas más especiales de nuestra vida.

Pensar en el tiempo que no hemos podido vernos una inmensa melancolía me embarga.

Pasaron cuatro años para nuestro ansiado reencuentro y estoy segura que el día de hoy será un hermoso recuerdo en los que vienen.

Inesperadamente, escucho un fragmento de la canción de Sebastián Yatra, Pareja del Año.

Si me dieran solo veinticuatro horas, yo las aprovecho
Jurao' que yo voy a hacerte cosas que nunca te han hecho
Ya yo me cansé de ser amigos con derechos
Yo tal vez no te merezco, pero no hay ni que decirlo

Si nos juntamos seríamos la pareja del siglo
Con ella acapella me da con introducirlo
Navaja doble filo
Cortamos y los videos me dio con reproducirlos

Me lo decían, yo los ignoraba
Simplemente todo ahora quedó en la nada
Se lo hacía y a los ojos la miraba
Yo nunca creía que el amor cegaba.


Amo esta canción, define a la mayoría de las personas que pasan por esas circunstancias, y refleja la auténtica añoranza de lo que se quiere, pero no se debe.

Tarareo parte de la canción y Agel me observa con curiosidad.

Al momento que me doy cuenta callo de forma abrupta. Nunca me ha gustado cantar en presencia de otra persona, ni siquiera de Agel aunque la confianza abunda en nuestra amistad.

No es que te cante mal, tengo muy buena entonación y mi voz es admirada por las pocas que me han escuchado hacerlo. Simplemente lo dejé de hacer cuando salí de la secundaria.
Afortunadamente no hace ningún comentario acerca de la canción.

—¿Cuál es tu opinión con respecto al amor y las relaciones interpersonales?

—¿Cómo así?

Se encoge de hombros.

—Solo quiero saber cuál es tu opinión acerca de el amor, ¿Lo has sentido genuinamente? ¿Cómo te fue con tu primer amor? En una escala del uno al diez, ¿Con cuando calificarías a la persona de la cual estuviste enamorada?

Suspiro pesadamente y le respondo.

—El amor es el sentimiento más hermoso y puro que puede existir en el mundo, he visto cómo se presenta en todo tipo de relación, ya sea de amigos, familia y novios. Por desgracia, a mano de nosotros, los seres humanos, lo hacemos tóxico, dañino y enfermizo. Acepto el amor en su estado de máxima pureza, cómo es el amor que siento por mi familia y algunos amigos, pero como te dije antes, siento rechazo al compromiso y al amor de pareja. Me reuso a sufrir por amor.

Sí, me reuso a sufrirlo y aquí estoy, dándole a Agel, inconscientemente, mi corazón una vez más.

No sufro porque jamás he tenido expectativas. Lo que sí conservo es esperanza en que deje de mirarme como una niña y de una vez por todas me vea como su igual. Una persona que quiere ser correspondida y no le den sobras del amor que merece.

Su mirada es de absoluto interés.

—¿Qué te hace pensar que sufrirás por amor?

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