Capitulo 18

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Ahora, con exactitud puedo imaginar las sensaciones que sintió Elizabeth Bennet cuando se enteró de que Lidia, su hermana menor, se había fugado con el señor Wickham.

¿Cómo sería?

Desolada, cansada, decepcionada y sobre todo, preocupada.

No debería de sentirme así por una persona que no tiene ni el mínimo respeto a padres, pero aquí estoy, tratando de no mostrar en mi semblante las tantas cosas que ahora me pasan por la mente.

¿Cómo pudo?

¿Tan atrapada se sentía?

Tres días después de la fiesta de Joselyn y finalmente conocer a Liam, mi madre y yo recibimos la noticia por parte de mi padre.

Lo único que le dijo fue que quería ser libre.

¿Será que al lado de ese misterioso chico podrá tener libertad, o siquiera felicidad? Espero que sí.

Diecisiete años.

Apenas diecisiete.

¿Qué va a estar pensando con claridad una chica de su edad?

Ella no sabe cuál es la verdadera cara de la vida y aún así se fue, creyendo ingenuamente que fuera de casa las cosas serían mejores. Y aunque siento rabia, espero que verdaderamente pueda conseguir lo que está buscando.

Tras recibir la noticia mi madre se mantiene distraída, con la mirada perdida y seguramente preguntándose continuamente qué fue hizo mal para así justificar el comportamiento de mi hermana.

En mi opinión, ella fue y es, la madre perfecta, no puedo negar que cometió errores al intentar corregirnos, pero así como los cometió, trató de enmendarlos, y hizo tantas cosas por nosotras que en su momento no entendíamos, pero ahora sí puedo entender con claridad el porqué de muchas de ellas.

Me siento a su lado y pongo mi cabeza en su hombro.

—No es tu culpa.

Pude divisar lagrimas cayendo por sus mejillas, verla así hace que comience a sentir rabia que con cada segundo que pasa va en aumento.

¿Porqué hizo esto? ¿Porqué no habló primero con nosotras? ¿Porqué nos duele tanto?

—Hija, mañana me iré a casa, quiero estar con tu padre en esto, estoy segura que también la está pasando mal.

Frunzo el ceño.

No creo que sea lo mejor pero estoy segura de que no cambiará de opinión.

—¿Estarás bien?

Acaricia mi cabello.

—Probablemente.

Sabía a lo que de verdad iría ella. Iba a tratar de persuadir a Samantha para hacerla entrar en razón, cosa que no sucedería, y no que sea pesimista, simplemente la conozco y sé que si no quiere, no sucederá.

La conozco más que a ella misma, y jamás, por lo menos es estos momentos, cambiará de opinión.

Para que ella entre en razón tiene que pasar un tiempo y que ella misma se dé cuenta que lo que quería mi madre, y hasta yo misma, era su bienestar, no cortarle las alas cómo ella creyó.

No digo que esté mal que ella se quiera independizar o formar una familia, lo que yo veo mal es que no piense las consecuencias que le traería hacerlo ahora, sin estudios, sin trabajo, y sin experiencia. Es obvio que las experiencias las adquirirá de ahora en adelante, pero aún así considero que no estaba preparada para este cambio en su vida.

Tanto mis padres como yo la protegimos de todo y todos en su corta vida, nunca le faltó nada ni tuvo necesidad de pedir nada ya que siempre nos preocupamos porque ella tuviera todo.

Nota Discordante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora