Okay, debo admitir que estaba esperando que fuera de ese tipo de chica súper empoderada, de esas que llevan minifaldas y camisas que no dejan nada a la imaginación, y con unos zapatos con altura de infarto. Pero no, por lo menos hoy no quiso aparecer de ese modo. Llegó como una chica común y corriente, saludó a todos los chicos efusivamente y noté que con Dylan había una actitud incómoda.
Al notar que Liam y yo también estábamos en la casa nos miro de forma extraña por unos largos segundos, en especial a mí. Siento una mano protectora en mi cintura y respiro aliviada.
Por lo menos está a mi lado.
Le sonrío agradecida.
Ella sacude su cabeza y dirige su atención a los chicos con los que vino.
—¡Vamos a la piscina!—exclama alegre.
Poco a poco el living se va vaciando.
—¿Aquí hay piscina?
—Sí, ¿Quieres ir?
Niego.
—Aún no, me siento cómoda aquí. ¿Quieres ir tú?
Se encoge de hombros.
—Cualquier lugar para mí está bien.
Entrecierro los ojos analizando su actitud. ¿Será que quiere ver y hablar con Anahí? Me confunde tanto que me fastidia el no tener la respuesta a mis preguntas.
—Chicos, ¿Quieren jugar Monopolio?
Asiento entusiasmada y Liam suelta una pequeña carcajada.
Me siento al lado de Edward y Liam se sienta al frente de mí. Realmente tengo tiempo que no juego esto, pero soy capaz de recordar claramente que me divertía al hacerlo.
***
—¡No es justo!—exclama Edward.
Richard y Patrick contienen sus carcajadas.
—Muy poco te duró la racha, ¿Eh?—se burla Richard.
Yo miro desde mi lugar complacida y Liam me dedica una sonrisa torcida.
—¿Cómo es que tienes más propiedades que yo?—me pregunta Edward, mientras refunfuña.
Me encojo de hombros.
—Ni idea, solo juego. Quizás la suerte esté de mi lado.
Menos mal que es un juego ya que la mayoría de sus propiedades las tiene hipotecadas, lo cual es una pena, por lo menos en el juego.
—¿Quieren salir un rato?—pregunta Patrick levantándose de su asiento y estirándose un poco.
Liam y Richard asienten y no me queda otra que seguirlos. Edward queda aún estupefacto viendo el tablero del Monopolio. Richard, como pequeña venganza, le da un zape en la cabeza provocando que éste se levante sobresaltado y lo mire con rabia.
—¿Te vas a quedar ahí?—le hace señas para que lo siga.
Edward aún sigue comportándose como un niño haciendo berrinche y miro a los otros chicos preocupada.
—No te preocupes por su actitud, más tarde se le pasa. Está acostumbrado a ganarnos que olvidó lo que se siente perder.
Asiento.
—Es en serio —interviene Richard —. Es como justicia divina que le hayas ganado.
Frunzo los labios.
—Será.
Veo a Liam y siento que está lejos de mí. Se me hace raro no tenerlo lo suficientemente cerca. Me acerco a él y engancho mi brazo con el suyo.
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Nota Discordante
RomanceElla era una niña solitaria que hacía un tiempo padecía de depresión. Él, un adulto responsable buscando superarse en la vida. Al instante que ella lo vio, supo que la llegada a su vida sería trascendental, volviéndose mejores amigos, y cuando él se...