16. ➵ Do i make you horny, baby?

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⟦16⟧

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16

Do i make you horny, baby?

—EMILY—
—BROWNBEAR—

La respiración se me hace una mierda cada vez que su húmeda y caliente boca llega a rozar mi húmedo —Y completamente en llamas— centro. Estoy luchando contra su talentosa lengua que me hace querer gemir como una maldita perra en celo. La garganta me arde, pero no dejo que ningún sonido salga. Salen, pero no por completo.

—¿D-De verdad te está gustando? —La jadeante voz de Apple se escuchó entre mis piernas.

Descendí la mirada. Si me gustaba verla desde abajo, verla desde arriba era el puto paraíso. Sus ojitos grises se me hacían tan hermosos casi completamente dilatados. Tragué grueso y me dispuse a hablar.

—¿Q-Qué te hace pensar que no lo estoy disfrutando? —Deslicé mis dedos por su cabello, detrás de su cabeza, tomándolo con un puño.

La empujé hacia mi zona sensible, si seguía viéndola a los ojos me tocaría el corazón y ahora solo quiero que me toque otras partes. Sin embargo, ella me detuvo.

—Bueno, no estoy escuchando nada convincente de tu parte. ¿Em, de verdad te está gustando?

—Me estaba gustando hasta que paraste de hacerlo. Así que, vuelve a mamar y usar la jodida lengua o vas a tener problemas conmigo.

Sus mejillas se enrojecieron, aunque su mirada brillo más de lo normal.

—¿Siempre eres así de... Vulgar?

Alcé una ceja. Con el puño que tenía en su cabello la levanté un poco para poder tenerla frente a frente.

—No querrás conocer mi lado vulgar.

—Pero... ¿Y si quiero?

Tenía curiosidad. Parecía nerviosa, pero su curiosidad por saber que había más allá la tenía firme en desatarme. Tiré más de su cabello para cortar más nuestra distancia consiguiendo un suave gemido de su parte.

—Abre la boca. —Ordené

Ella obedeció al instante. Le di de beber mi saliva. Quizás me pareció excesivo haberle escupido. Pensé por un momento que le molestaría y le apagaría todo el rollo, pero puede ver sus pupilas reflejar ese fuego de deseo completamente incontrolable. Pude ver casi a la perfección como sus pupilas se expandían en señal de que aquella acción la había excitado aún más. Se acercó a devorarme la boca como si se le hiciera necesario. Bajó pasando la lengua por mi garganta cruzándola por mis pechos mientras los tomaba como su propiedad. Sentí la paciencia con la que ella disfrutaban mi piel, como si se asegurará de que me estuviera gustando. Besó mi vientre rodeando mi ombligo para morder mis caderas. Suspire al sentir el calor su boca asechándome por la parte baja.

¿Quien se queda con el oso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora