<Atenea>
El tiempo iba avanzando. Pequeñas flores adornaban ahora cada árbol que habitaba en nuestras calles, y también brotaban en mi corazón.
-Vale, quiero que veas esto -me dijo de repente, mirándome con una sonrisa de niño pequeño.
-¿El qué? Con qué me irás a salir ahora... -rodé los ojos con una sonrisa.
Cruzó la calle, dirigiéndose a una joven violinista que tocaba. Él le comentó algo, y ella alegre comenzó a tocar una melodía que me resultaba familiar. Era la canción de "Perfect" de Ed Sheeran. En violín, era como el título indicaba.
-¿Quieres bailar? -sin yo responder, agarró mis manos y comenzamos a bailar en medio de la calle.
-Sabes que no sé hacerlo, Luca. No me seas tonto -le susurré en el oído a más pegados estábamos.
-No lo ves. Estamos atrayendo a la multitud, algunos hasta están grabando con el teléfono -correspondió con un tono alegre.
Dimos una vuelta y pude notar que era cierto lo que decía. Había bastantes personas mirándonos, e incluso algunos se animaron a bailar junto a nosotros. Habíamos hecho de una simple calle, un palacio de cuento.
-Esto es...
-"Idílico", así es todo lo que estamos viviendo durante estos últimos meses.
-¿De nuevo con tus palabras raras? -reí, cerrando los ojos y apoyando mi cabeza en su pecho- Vamos, dime, ¿Qué significa?
-Si no mal recuerdo, en el Pinterest ponía que significaba algo perfecto que produce bienestar, o algo así.
-Eres el chico de las palabras raras, y te amo por ello -me separé de su pecho, y le di un pequeño beso.
-Y Nea eres... Joder, no se me ocurre nada ahora -rió, y yo lo hice con él.
Creo que la chica había comenzado a tocar de nuevo la canción, aunque también simplemente podía ser la sensación de que el tiempo se había detenido con él a mi lado.
(...)
Seguimos caminando al acabar la canción -por segunda vez- por nuestra calle favorita, donde ahora, todos los altos cerezos tenían florecillas rosadas.
-Toma -se colocó de puntillas y agarró una pequeña de la rama más baja, pero fue un tirón suficiente para que llovieran los pétalos-. No todos los días vives dentro de una llovizna rosada.
-Son cosas que solo pasan cuando estamos juntos -me colocó con delicadeza la pequeña flor entre mis mechones cobrizos, dándome un beso en la frente al haber acabado de colocarlo.
-Juntos somos formidables, Atenea -apretó más mi mano sin llegar hacerme daño, y yo solo me limité a reír una vez más.
Últimamente notaba que intercambiaba las lágrimas por risas sinceras. Y que mi ansiedad apenas me visitaba cuando estaba con él. Me sentía segura en sus brazos. Me sentía especial.
Estuvimos hablando de diferentes cosas, algunas nos afectaban directamente y otras ni siquiera estaban de moda en la actualidad. Hasta que tocamos aquel tema.
-¿Cómo se encuentra tu madre? -cuestioné, alzando mi mirada hacia sus ojos azules. A diferencia de él, yo los tenía algo más grisáceos.
-Ella está llevando el tratamiento a rajatabla, al igual que los consejos de su especialista... Al menos eso me aseguró en la última llamada que hicimos la semana pasada.
-¿Ya no bebe? -noté que aquello le incómodo algo más.
-Apenas. Si lo hace se siente culpable, pero si no lo hace se siente ansiosa. Su especialista dice que es normal, sobre todo si las adiciones están muy avanzadas.
![](https://img.wattpad.com/cover/289908076-288-k883442.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Fuera de mi pecera
Novela JuvenilLas personas somos bichos raros, complicados, y hechos mierda por dentro. Algunas personas son como Atenea. Una guerrera soñadora que vive en una mentira, y ahora se encuentra encerrada en su propia cabeza. En su propia pecera. Otras son como Luca...