|Cap 11: Distracciones|

10 3 0
                                    

<Atenea>

Me imaginé que esto sería diferente. Había llegado el jueves, y alterada, salí de casa a paso ligero sin despedirme. Sin mirar a los "inquilinos" que habitaban conmigo.

-Joder, lo siento -me disculpe tras chocar con un chico rubio que iba con la mirada dentro de un libro amarillo.

-Oh, no se preocupe. ¿Se encuentra bien? -se detuvo, preocupándose por mí. Era mono, pero no tenía tiempo de pararme a hablar.

-Solo estoy algo ajetreada -le sonreí algo nerviosa por marcharme. Llegaba algo tarde-. Tengo que irme, lo siento.

-Oye, se te ha caído algo... -me avisó, pero ya era tarde. Me había adentrado entre la multitud y no podía volver.

"Espero que no haya sido nada importante" pensé, y continué corriendo hasta llegar al paso de peatones. Crucé, y allí me encontraba quince minutos tarde.

-Buenas tardes, Atenea -me saludó sobresaltada, saliendo de detrás de la puerta-. Pensé que ya no vendrías.

-Estaba leyendo... Mi alarma no ha sonado... Y... -comencé a explicar ansiosa, además de sofocada por haber venido corriendo.

-No pasa nada, Fisher. Lo importante es que ya estás aquí, ¿No?

-Sí, sí -respiré, poniendo en práctica la última técnica de respiración que me había enseñado. Ella sonrió al percatarse de ello-. Y bueno qué vamos hacer hoy, nuestra última sesión.

-Vamos a valorarte. Hacer el examen final de tu salud mental y de tus metas.

-¿Haremos lo mismo con el mapa? -cuestioné con curiosidad.

-No hará falta, pero es un mapa, de igual manera puede guiarte para dar con mayor claridad tus respuestas.

-Entonces prefiero sacarlo...

Pero al buscarlo en la chaqueta y en el pantalón, me percaté que era a lo que se refería aquel chico. Lo había perdido, genial.

-¿Lo encuentras? -dijo tras beber agua y volver a poner la botella en la mesa.

-Se me habrá caído... De igual manera, creo que puedo "orientar" mis respuestas sin ayuda.

-Mejor así. Bien, comencemos... -sacó un pequeño papel de la carpeta que contenía mi nombre- Está es la lista que hicimos en los primeros días, cuando apenas nos conocimos.

-Te refieres a la de los propósitos.

-Sí, esa misma. Leela, y a cada frase respóndeme lo que opinas ahora.

-Bien, bueno -cerré los ojos, suspiré, y comencé a leer-. Primer propósito: autoestima.

-¿Cómo te sientes ahora respecto a esa palabra?

-Ahora tengo autoestima. Me siento más motivada al hacer diferentes actividades en el día, y aprovecharlo más -sonreí orgullosa-. Ahora, al mirarme al espejo, no veo solo un físico que para algunos es algo "difícil de mirar", para mí ahora está bien. Ahora que siento grasa en él, veo mi barriga y puedo pellizcarla, ahora que no me siento un simple fideo.

-¿Comenzaste a hacer ejercicio últimamente? Si es así, cómo ha afectado esto a tu bienestar.

-De hecho comencé a principio de año. Mis amigos me convencieron de que al menos un día a la semana quedáramos todos y realizáramos ejercicio juntos en mi casa... Al final apenas quedamos para eso, pero yo he continuado el hábito.

-¿Cómo te hace sentir? -interrogó sonriente.

-Me hace sentir bastante mejor. Más calmada -respiré y continúe emocionada-. Creo que Betty tiene razón al decir que el ejercicio lo utilizo como una distracción para mi ansiedad. En mi día a día utilizo distracciones sin darme cuenta de ello... Luca es una, por ejemplo.

Fuera de mi peceraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora