Cuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación.
Park Jimin fue conce...
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-No estés nervioso. -Dijo YoonGi rodeando los hombros de TaeHyung. Ambos estaban sentados sobre un muro de la discoteca viendo al resto bailar o tomar en la barra.
-No lo estoy. -Respondió tenaz. YoonGi elevó una de sus cejas con una sonrisa de burla.
-No me mientas. -Rio nasal.
-Es solo que... -Suspiró rendido, cruzando sus brazos sobre su pecho. -Es la primera vez que nos vamos a ver fuera de la universidad desde el lunes.
-¿Y? -Preguntó el mayor en edad queriendo sacar algo más de las inseguridades del peliazul.
-Pues que creo que JungKook se dio cuenta de que soy su destinado y, además, está en cachorro. -El Beta chasqueó la lengua. Él seguía esperando a sus destinados, no podía compartía que JungKook y Jimin ya tuvieran un hijo y estuvieran marcados sin haber encontrado a su Alfa primero y antes; pero lo respetaba y eso no afectaría en su relación de amistad con ellos que había forjado.
-¿Has pensado ya en ese tema? -TaeHyung lo miró de soslayo. -En el cachorro. -El Alfa retiró su cabello de su frente con fuerza tirando de sus hebras teñidas de azul entre sus dedos.
-Me dijo papá. -YoonGi abrió sus pequeños ojos con exageración. -Él bebé me reconoció. -Sonrió inconsciente, sin querer ni poder olvdiando, al recordarlo. -Junnie me dijo papá.
Entre tantos aromas de lobos, siendo predilectos el del sudor, el alcohol y el tabaco, TaeHyung pudo percibir a la perfección el de una librería y una pastelería acercarse a ellos. Elevó su vista y sonrió ladino a los recién llegados.
Por la luna, eran tan preciosos. ¿Cómo no se había dado cuanta en cuento los vio? Eran tan su tipo sin realmente serlo.
Jimin tenía una figura delgada pero fibrosa marcada en esa camiseta de manga corta blanca y cuello en "V", unos muslos envidiables musculosos bien apretados en el pantalón de cuero negro y un rostro angelical y delicado que con ese ligero maquillaje resaltaba sexy y autoritario. Era la definición perfecta de un hombre dispuesto a dominar y dejarse dominar.
JungKook tenía una cintura delgada y pequeña que adoraría comprimir entre sus grandes manos y que se dejaba ver por la semi transparencia de la blusa de gasa azul cielo que portaba, sus piernas largas y su trasero pequeño pero redondo resaltaba perfecto en sus jeans vaqueros de pitillo rasgados en sus muslos de piel pálida brillante y su cabello rubio largo enmarcaba a la perfección sus mandíbula fina, esa gran nariz, sus labios rosados con el adorno de ese lunes bajo el inferior y esos grandes ojos brillantes como estrellas dando el toque final a la constelación que era el Omega más sexy pero adorable que había visto en su vida.
Por su lado la pareja enlazada, que caminaba con sus manos aunfias esquivando a gente hacia la zona donde sus amigos habían dicho que estarían, vieron a la vez a YoonGi y TaeHyung. Sus ojos haciendo un escáner involuntario al Alfa que ahora ambos sabien era su Alfa destinado.
