Cuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación.
Park Jimin fue conce...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Park Jimin era de esas pocas personas en el mundo que aseguraba conocer y ser consciente de su mayor defecto como ser humano. Jimin se consideraba a sí mismo, y siendo una verdad para quienes lo conocían, un joven caprichoso que no sabía compartir. Sin embargo tenía la desdicha de ser un Beta, lo que implicaba que tendría que compartir a su amado Omega algún día con su Alfa destinado.
A su vez, su mayor virtud, él no terminas de creerla por mucho que JungKook se la dijera. Supuestamente era tan bueno defendiendo a los indefensos que eso le hacía ser una mezcla entre egoísta y puritano.
Y eso mismo le había pasado el día anterior, literalmente se había saltado las últimas clases para llevar a SooBin a una heladería cercana, escuchar su historia con TaeHyung y tratar de calmar al menor. Después se marchó a su casa, cansado y enfadado con las únicas ganas latentes de estar con su Omega y si cachorro.
Cuando JungKook preguntó que había pasado y este le explicó lo sucedido el Omega se reiteró diciendo lo mismo que dijo el día que conocieron a Kim TaeHyung.
-Te lo dije; me daba miedo y parecía ser un creído que no respeta a nadie. -Había dicho mientras estaban enredados en las sábanas de su cama al caer la noche. -Me da mucha lástima ese pobre chico.
-Sí, bueno, a mí también. -Susurró Jimin sobre su cuello, abrazando más al menor a su cuerpo por la cintura. -Pero dejemos de hablar de ellos. -Sonrió buscando los labios del ajenos, JungKook elevó su rostro para concederle el ansiado beso por ambos. -¿Mañana Yunnie podrá ir a la guardería? -JungKook hizo una mueca involuntaria, había sido un día eterno en el que su bebé no había dejado de llorar por la crecida de los caninos en su boca.
-No lo creo. -Suspiró. -El pediatra dice que al menos los primeros días son fatales.
-Al menos mañana ya es viernes. -Puntializó Jimin, JungKook murmuró. -Mañana ves tú a clase y yo me quedo con él en casa.
-Pero... -Trató de refutar el Omega, Jimin besó su tiempo puchero de labios rosados.
-Seamos sinceros, a ti se te da mejor coger apuntes y yo también soy su padre y puedo cuidarlo. -JungKook asintió, tumbándose después sobre su pecho de nuevo para al fin tomar el sueño que tanto ansiaban.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
