Cuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación.
Park Jimin fue conce...
El siguiente capítulo contiene escenas para mayores de 18
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La pequeña neblina de recuerdos se borró de ellos con la misma facilidad que se había formado. TaeHyung se dejó caer su peso sobre sus talones y observó con gentileza como Jimin acariciaba el rostro sosegado de JungKook. Aquello no duró más de unos breves segundos, una nueva oleada de celo en el Omega inundó el ambiente con pesadez.
La intranquilidad del menor por no conseguir extender esa paz le hizo retorcerse como el niño malcriado que era. JungKook buscó de cuenta nueva la polla de Jimin flácida para auto penetrarse con ella, el Beta se alejó rápido negando en voz alta.
-No, Kookie, no. -Decía un jadeante Jimin. -Dame unos minutos. -Pidió comenzando a acariciar su propio pene y inspirar el aroma del menor para volver a tener una erección.
-¿Es así de impaciente siempre? -Preguntó TaeHyung bajando por el cuerpo del Omega dejando largas lamidas y chupones que al día siguiente serían morados. El Beta asintió.
-Ten cuidado que no te muerda. -Advirtió, golpeando seguido la nariz del menor para alejarlo del hombro del mayor. JungKook sollozó entre lágrimas retenidas cuando fue negada su necesidad de marcar a su pareja sin si un Omega no lo podía hacer. La mordedura de un Omega puro, necesario en su sistema de supremacía ante el resto de Omegas, no creaba un lazo permanente. Sin embargo, si se realizaba con suficiente fuerza, dejaría una cicatriz de sus colmillos como la que llevaba Jimin en su cuello.
-Omega malo. -Rebatió TaeHyung con burla, soplando sobre su húmeda entrada cuando llegó a ella y pasando a succionar y besar el interior de sus muslos lisos, tersos y blandos.
-No lo provoques tú tampoco. -Le riñó Jimin sacando una carcajada al Alfa que retumbó en la intimidad del Omega.
Con avidez, logrando que en definitiva la imagen elevara de cuenta nueva el pene de Jimin, succionó el agujero de JungKook hasta sacad a este un alto gemido de placer de nuevo. La forma en que TaeHyung se trataba los jugos de JungKook y el semen que había quedado allí de Jimin era tan gore como delicioso de presenciar.
La lengua de TaeHyung se enterró y comenzó a embestir el ano del menor mientras una de sus manos sujetaba con fuerza sus caderas sobre su ombligo y la otra jugaba con sus bolas llenas de semen. JungKook movió sus manos con nervios en el aire, sus ojos abiertos de par en par buscando a Jimin. Sujetando el cabello azul entre sus dedos izquierdos, su mano derecha le pidió en un calor gesto de señalar su boca al Beta entrar en ella.
Jimin gateó hasta montarse sobre el pecho del menor, llegando a posarse de rodillas flexionadas sobre su rostro sonrojado y febril, su cabello rubio oscurecido por el sudor. La lengua rosada y puntiaguda de JungKook salió tentando primero su pene, limpiando el líquido nacarado que caía de su punta y después elevó su cabeza para tragar con fuerza su pene. Jimin gimió inclinando su cabeza hacia atrás a la par que TaeHyung se levantaba para observarlos a ellos.
