Cuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación.
Park Jimin fue conce...
El siguiente capítulo contiene escenas para mayores de 18. Leer bajo vuestra responsabilidad.
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La mañana del tercer día las nubes volvían a estar presentes en el cielo dejando caer una gran lluvia sobre Seul. El Omega, en su estado más vulnerable y sumiso, literalmente temía por su vida, temblando y llorando cuando un rayo iluminaba la estancia y un trueno resonaba en las calles con eco en los altos edificios. Jimin estaba sentado en la alfombra, con el sofá como subjección a su espalda, con JungKook sobre su regazo enganchado a él como garrapata. Cada sisieo de dolor que hacía el Beta cuando el Omega le clavaba sus uñas ante su miedo hacía reir a TaeHyung que estaba abrazado a la espalda del Omega dándole calorcito.
-Deja de reírte de mí. -Replicó Jimin alargando unas de sus manos y golpeando el brazo del mayor, TaeHyung rio adormecido por el aroma del Omega en demasía y lo cómodo y resultaba estar abrazado a él. -¿Tienes sueño? -Preguntó ahora dando caricias a su cabello azul desde la lejanía. Cuando el Alfa murmuró un casi inauldible "sí", JungKook se removió ante el nuevo trueno sonoro en demasía. -Has estado tan obsesionado por cuidar de Kookie que no has descansado, ¿ahora cómo vas a rendir cuando la segunda fase llegue? -Bromeó logrando una risa ronca al mayor.
-Soy un Alfa puro, creo que podré con ello. -Jimin murmuró.
-¿Hay algo que te preocupa? -Cuestionó el pelinegro tras un pequeño silencio. TaeHyung realmente tenía tanas dudas sin respuesta, dudas que se sentía idiota por preguntar. -TaeTae. -Canturreó el Beta, su peculiar aroma único y armonioso rodeando a los tres en el apartamento. TaeHyung suspiró enterrando su nariz en la nuca del Omega haciendo a este reir levemene por las cosquillas causadas por su respiración.
-Me preocupa no hacerlo bien... -Jimin iba a interrumpirlo, de hecho abrió su boca indignado, cuando las preguntas que eran las causantes de esa incomodidad del Alfa rodaron por la boca del mismo. -¿Cómo es JungKook en el sexo? ¿Necesita cariños mientras tanto? ¿Puedo anudarlo? ¿Le sigues dando tú las pastillas anti conceptivas? ¿Él acaso quiere tener más hijos? ¿Tú quieres tenerlos?
-TaeTae, por la luna cariño, respira. -Trató de bromear el Beta cuando sintió poco a poco la adrenalina de la angustia cubrir el tono de voz de su mayor. -Déjame responder cada una de tus dudas. -Sonrió, tan bello y único en él, que TaeHyung que lo vio de refilón no dudó en apoyar su barbilla sobre la cabeza de cabellera rubia que los separaba para verlo fijo a los ojos. -Le deshago las pastilllas en la comida porque su Omega, como instinto principal, solo quiere procrear y procrear para tener una gran familia que cuidar. Además, si lo convenciera de tomarla... -Jimin rodó sus ojos con el atisbo de un recuerdo fuerte y cansado en él. -Es un bebé, no puede tragarla. Casi se ahoga una vez, fue un desastre. Y en cuanto a lo de los hijos... -TaeHyung bajó la mirada sin poder evitarlo. Sabía que ya tenían a YeonJun, y solo la madre luna y él conocían la facilidad con la que ese cachorro se había colado en su sistema y lo adoraba con su alma, pero quería más. TaeHyung quería disfrutar de un JungKook embarazado y todo el proceso junto a su Beta. -Yo sí quiero tener uno o dos más, pero Kookie es el que quiere un equipo de futbol.
