Maratón 1/3
Las puertas del museo fueron cerradas por un juego de llaves que Niki portaba en su bolsillo. Aquello solo fue un claro aliciente de que ese joven Beta rubio era seguramente familiar del primer trío destinado con Beta y que todo aquello, el edificio y lo que había en su interior, era suyo.Con escuetas palabras quedaron en seguir en su propio coche al joven hacia algún lugar que terminó siendo un barrio residencial con casas disparejas pero bellas y adineradas a su modo. Un barrio familiar y repleto de vida. Cuando los cuatro se encontraron frente al portón de una de esas casas fue que Niki volvió a hablar.
-Os pido algo de paciencia con mi bisabuela. -Los tres asintieron débilmente. Andaban en grupo, pegados unos a otros como si la necesidad de llenarse y respirar los aromas contrarios fuera lo único que los podría salvar de un ataque de ansiedad. -Los años no pasan en balde.
Entraron a la casa. Paredes crema repletas de retratos familiares con rostros enmarcados en sonrisas. Viejas noticias de periódicos como adorno principal sobre la chimenea y cachivaches de demasiados años atrás guardados como reliquias.
-Disculpa. -Habló TaeHyung con la necesidad de callar su curiosidad. Si esa mujer era la madre del señor que habían visto el día anterior tan envejecido; ¿qué edad debía tener ella? -¿Cuántos años tiene ella?
-En poco tiempo cumplirá los 100 años. -Dijo encaminándose hacia un pasillo de luces apagadas y deteniéndose junto a una puerta en particular. -Su condición de salud es buena, su mente y su loba se resisten a marchar, pero su cuerpo humano no aguantará mucho más. -Informó con una sonrisa extraña, era la muestra de orgullo por la resistencia de la mujer y la pena de conocer su próxima y pronta marcha al más allá.
-Lo siento. -Susurró JungKook jugando con el bajo de su suéter. -Lo sentimos por eso. -Incluyó a sus destinados que asintieron estando de acuerdo.
-Es la leí de vida. -De encogió de hombros. -Unos se marchan y otros llegan. -Miró a años tres con detenimiento antes de suspirar. -Mi bisabuela ha visto y vivido demasiado, pero ella no perdía la esperanza.
-¿La esperanza de qué? -Cuestionó Jimin parando junto al chico, este sujetó el pomo de la puerta.
-De encontraros y poder solucionar el embrollo que crearon los bisabuelos. -Los tres dieron un paso a delante, queriendo preguntar más, pero él negó con una sonrisa linda y brillante de nuevo. -Ella os lo explicará. -Niki entró al cuarto, siendo seguido de nuevo por ellos que quedaron junto a la puerta analizando la escena. El hombre más joven de ayer, el rubio de cabello largo y que si mal no recordaban se llamaba HyunJin, estaba sentado en una silla junto a la gran cama de matrimonio que era el centro de la estancia. HyunJin sujetaba la mano de una vieja Beta, de cabellos blancos en su totalidad largos y bien peinados, arrugas por doquier y manchas en la piel típicas del paso de los años. -Abuela. -Llamó Niki tras besar la mejilla del que suponían era su padre. la mujer abrió débilmente sus ojos y tardó varios segundos en enfocar su vista en su bisnieto. -Hola. -Sonrió, perlado y dulce.
-Mi Niki. -Respondió la mujer como saludo, con la misma sonrisa que reflejaba el menor que la había despertado y alzando su mano libre de su nieto para tocar el rostro de su bisnieto. -¿Cómo estás mi cielo? -Ese apelativo cariñoso resonó con un fuerte rebote en la mente de Jimin y TaeHyung.
-Yo bien, ¿y tú? -Besó la palma de la Beta con adoración.
-Cada día más cansada. -Susurró, una pequeña tos ahogada brotó desde su pecho. HyunJin y Niki se ayudaron mutuamente para sentar a la mujer sobre los almohadones y facilitar que la tos cesara.
-Te traigo una sorpresa. -Señaló Niki cuando la mujer descansó sentada sobre el cabezal de la cama. Con una ademán de su cabeza señaló a los tres chicos en la puerta del cuarto. -¿Los reconoces?
La mirada de Mia cambió de diversas formas en varios segundos. Primero fue de tratar de reconocer a los invitados a su hogar, después de desconcierto, la confusión, el brillo de la esperanza, la ilusión y finalmente el amor.
-¿Papá, pá, papi? -Preguntó seguido, sus viejos ojos pequeños por las arrugas a su alrededor se nublaron en lágrimas. JungKook se abrazó a uno de los brazos de Jimin con dolor compartido con la vieja Beta. -Perdón, sé que no sois ellos. -Dijo cuando percibió los nervios e incomodidad en los tres jóvenes. -Es inevitable nombraros así. -La sornsia infantil, nada que ver con su aspecto, como si volviera a ser una niña que mora con amor y adoración innato a sus padres hizo que el lobo paterno de JungKook le llevara a dar varios pasos hacia la mujer. Con manos temblorosas Jeon sujetó una de las manos de Mia y le sonrió.
-Está bien. -Susurró apretando el agarre de sus manos. -No pasa nada.
-Te tocó ser Omega al fin. -Rio como pudo ella, su sonrisa cayendo poco a poco. -Sufriste tanto. -Miró a TaeHyung y Jimin a los pies de su cama. -Todos lo hicisteis.
-Señora Park... -Trató de averiguar JungKook su apellido, recordando que el Alfa era su Jimin en aquel tiempo. Ella negó con suavidad.
-Soy Choi. -Dijo golpeando con su mano libre el colchón a su lado. JungKook tomó asiento sin soltar sus manos entrelazadas. -Cuando llegamos a Busan cambiamos nuestros apellidos para empezar de cero. -Miró a Jimin como pedido de disculpa. -No es que nos avergonzáramos de vosotros, era por seguridad.
-Entonces, señora Choi, ¿podría explicarnos y aclararnos un poco qué ocurre? -Pidió JungKook sonriendo el anillo de matrimonio que descansaba en el dedo anular de la mujer al esta apretar si agarre de manos.
-JungKook y yo estamos enlazados, mas no pudimos recordar nuestra vida pasada juntos. -Habló Jimin, la mujer le vio acercarse a la cama y tomar asiento a la espalda de JungKook, le sonrió con nostalgia. -¿Usted sabe algo al respecto?
-La última vez que vi una parte de ti estabas llorando ante la pedida de matrimonio de un JungKook Beta y otra parte de ti tocaba el trasero de TaeHyung con una sonrisa burlona. -Rio, de nuevo amargo y ahogado, antes de estirarse pidiendo la mano de Jimin también en su unión con la de JungKook. -Habéis coincidido en varias ocasiones y ninguna de vuestras partes ha sido tan curiosa como lo es esta vuestra. ¿Por qué?
-No estamos entendiendo nada de lo que nos está diciendo señora. -TaeHyung sintió a Niki y HyunJin ponerse junto a él, el menor empujándolo a hablar y acercarse más a ellos en la cama.
-¿Qué sois? -Preguntó en cambio la mujer, viéndolos uno a uno. -¿A qué os dedicáis?
-Estudiamos para Aurores. -Respondió TaeHyung.
-Eso explica porqué insistís y buscáis la verdad más que ningún otra parte vuestra. -Sonrió dejando ver sus pequeños dientes.
-Dice mucho eso, lo de partes nuestras, ¿a qué se refiere? -Preguntó Jimin buscando su mirar.
Mia hizo viajar su vista por todo su cuarto. Sus cansados ojos se detuvieron en un par de portarretratos que descansaban en su mesita de noche. El trío destinado pudo observar a una joven Beta de cabellos largos rubios, junto a una chica de brillantes ojos azules y acebllo negro y una de complexión más pequeña de cabello castaño. En el otro portafotos estaba la misma Mia, infantil y vivaz, tal vez en sus seis años de vida. El papel de la fotografía estaba amarillento, desgastado en sus bordes y era una fotografía en color sepia casi nula en color. Junto a Mia había un niño de su misma edad, de cabello oscuro, sonrisa alegre, nariz delgada y ojos grandes que la abrazaba con fuerza contra su pecho mientras ambos reían.
☕🍰📖
Nota: Dije que vendrían lágrimas, que lloré escribiendo esto, pero son lágrimas bonitas y de amor 🥺❤️
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No todo es trabajo del Beta ⁓ VKookMin ⁓ TaeHyung, JiMin y JungKook
FanfictionCuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación. Park Jimin fue conce...