Extra 5~6

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Extra 5~Soy una bola con patas, una estrella de mar

JungKook se despidió de su último cliente del día con un abrazo estrecho, la joven chica de deiciseis años se fue más contenta que nunca al haber podido contactar con su loba después de casi la pérdida de esta. El Omega bajó los escalones de su santuario para llegar al jardín de su casa, de reojo vio como las puertas de madera corrediza de sus esposas estaban cerradas dejando en claro que un tenían clientes que atender.

Sin duda, montar sus santuarios en casa fue un acierto. Cada uno se había dedicado a una especialidad y eran conocidos en la ciudad como el matrimonio Auror, un apodo que adoraban. JungKook tomó una profunda reparación y se dirigió hacia su casa, sus turnos de trabajo habían sido reducidos en esos últimos meses por el cansancio y el cuidado que debía tener. Estar embarazado por quinta vez y de mellizos no era algo que se debía tomar a la ligera.

Entrando a su hogar camino arrastrando los pies hasta el sofá más cercano y se dejó caer sujetando sus lumbares con dolor. La sonrisa de satisfacción al sentir el mullido mueble en su espalda fue de puro placer. Sus ojos cerrados en completa paz.

-¡Papi! -A la mierda la paz.

Chaeryeong, su pequeña de cinco años, llegó corriendo a él y se escondió de forma absurda tras un cojín sujeto en su rostro. RyuJin, con ocho años, no hizo un gesto muy diferente. La cachorro elevó una mano de JungKook y con ella tapó sus ojos como con miedo a ver lo que venía. JungKook comprendió todo y mordió su labio inferior para no reír cuando YeonJun, con ya trece años, llegó a ellos hecho un cuadro.

-¡Mira lo que me han hecho! -Señaló el pequeño Alfa su propio rostro. En él, aparte de saliva seca en la comisura de sus labios dejando claro que la trastada de sus hija había sido mientras su hermano mayor dormía, había pintalabios mal colocado, sombra de ojos de colores chillones y un exceso de coloretes rosas.

-Yo te veo muy guapo. -Sonrió JungKook a su primogénito. YeonJun rodó sus ojos con el hábito adquirido de su padre TaeHyung.

-¿Te estás burlando de mí? -Preguntó achicando sus ojos, JungKook sonrió aún más.

-Puede ser. -YeonJun iba a protestar cuando sus hermanas menores comenzaron a reír junto a su papi, mas Mia llegó al rescate con un paquete de toallitas de bebé.

-Anda, ven aquí que te ayude y te quite eso, payaso. -YeonJun volvió a rodar sus ojos y tomó asiento frente a su hermana, con la que a penas de llevaba año y medio, para que le limpiara el rostro.

-Chae, cariño. -Llamó JungKook a su hija más pequeña. -¿Le quitas los zapatos a papi? -La niña asintió y RyuJin la ayudó tomando el otro pie de JungKook. -Gracias mis chicas.

-¿Quieres un té o algo papi? -Preguntó Mia pasando con extrema fuerza, a propósito, la toallita por el rostro de su hermano.

-¡Ah, bruta! -Mia rio ante la queja de YeonJun.

-Por favor. -Mia terminó de limpiar a YeonJun y fue a la cocina a preparar un té para su padre, YeonJun la siguió y cortó un trozo de bizcocho de limón y caramelo para dárselo con el té de menta y anís. Cuando volvieron al salón sus otros dos padres entraban a casa por la puerta del patio trasero al haber terminado de trabajar.

-¿Debería preocuparnos que nos denuncien por sobreexplotación infantil? -Preguntó con una ceja alzada y sornisa burlona Jimin. Su hijo traía un plato con bizcocho, su hija mayor un té y sus hijas menores daban malos masajes de pies a su esposo Omega sentado en el sofá.

-Yo quiero ser el siguiente. -Apuntó TaeHyung dejándose caer junto a JungKook en el sofá y besar su mejilla mullida y más regordeta por el embarazo. Jimin se colocó a la espalda del Omega y comenzó a masajear sus hombros con delicadeza.

No todo es trabajo del Beta ⁓ VKookMin ⁓ TaeHyung, JiMin y JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora