Aquella tarde, entrada la noche, TaeHyung fue el primero en despertar. Rodeado de la calidez de sus destinados, con los brazos entrelazados sobre su fornido pecho de Jimin y JungKook, sintió la maravillosa calidez y sensación de pertenecer.
TaeHyung había tal vez pasado por demasiado en su infancia. Él que perdió la conexión con su lobo y enfermó mentalmente hasta la depresión más severa cuando sus verdaderos padres murieron y se sintió solo y abandonado en este mundo. Él logró sentirse de nuevo supuestamente completo junto a sus padres adoptivos y sus hermanos de distinta sangre. Y digo supuestamente completo porque así lo creía él al recibir un amor puro y sincero familiar mezclado con la conexión increíble y fehaciente de su lobo con él. Pero solo en ese momento, en ese instante de despertar y verlo a ellos, es que pudo jurar a la luna que estaba lleno y completo.
La boba sonrisa de Jimin al dormir era increíblemente adorable. Un chico que había descubierto que tenía demasiadas agallas y la increíble necesidad de hacer a todos sentirse bienvenidos e incluidos en algún lugar mientras fuera con él. Jimin que había ejercido de la calma propia de su Beta en la relación que mantenía de años con JungKook y también había adoptado el supuesto papel de Alfa protector. Era un orgullo, saber que Jimin era su Beta y era tan delicado y fuerte a la vez era un orgullo.
Con un suspiro rendido giró su rostro al otro lado de la cama. Las mejillas de piel pálida de JungKook estaban coloreadas en rojo por el profundo sueño, tan tierno y apatecible que llamaba a morderlas. Los labios rosados y finos del Omega eran un constante imán y viaje al pecado si se dejaba pensar de más. Ese lunar bajo su labio inferior era como la guinda de un pastel, como el azúcar en un café o el limón en una cerveza; un magnífico adorno y añadido que solo lo hacía lucir más perfecto y encantador ante sus ojos.
Los ojos grande su siempre brillantes del Omega estaban enmarcados en largas y rizadas pestañas, su perfevro rostro cincelado por la luna enmarcado en el cabello largo rubio. Le encantaba, lo adoraba, aún si él siempre rehusó de esas cosas.
TaeHyung no soportaba las cosas en demasiada tiernas ni dulces. No soportaba el café muy azucarado, ni las tartas empalagosas o los simples caramelos de sabores frutales. Pero ahí estaba JungKook, siendo la personificación de lo más infantil y adorable y enamorando poco a poco a su lado racional humano así como su lobo había caído por completo por el de él cuando ambos hicieron conexión ya pasadas unas noches atrás.
-Es precioso, ¿verdad? -Escuchó a su lado izquierdo. Se giró lo justo para analizar el rostro somnoliento de recién despertado de Jimin el cual al abrir sus ojos se quedó fijo viendo como el Alfa analizaba al Omega.
-Es muy lindo. -Susurró como respuesta, acariciando con una de sus manos desde la cintura del Beta, por si espalda y hombros, hasta llegar a su cabello azabache.
-Hay veces que sigo sin creerme que yo merezca el amor de Kookie. -Confesó con un ligero dolor en su voz. -Es demasiado bueno, no hay maldad en su ser, todo lo perdona y es incapaz de alzar la voz o faltar el respeto a alguien.
-Tal vez es demasiado bueno. -Gruñó en contra el Alfa, molestándole ciertamente aquello. Una cosa era ser bueno y otra ser tomado por tonto, lamentablemente la gente siempre se aprovecharía de las buenas personas. -Capaz fue criado en una caja de cristal, pero... -Sus palabras siendo detenidas por la negativa del Beta en su cabeza y haciendo que su cabello ocasionada cosquillas en el cuello del mayor.
-Es cierto que fue criado en un mundo perfecto y de sobre protección. -Aseguró el Beta alargando su brazo para acariciar el rostro durmiente del menor. -Pero Kookie es consciente de la maldad en este mundo, es solo que no comprende porqué existe gente así y no lo comparte. -Sonrió de lado. -Por eso siempre trato de protegerlo.
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No todo es trabajo del Beta ⁓ VKookMin ⁓ TaeHyung, JiMin y JungKook
FanficCuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación. Park Jimin fue conce...