Cuando una generación muere se tratan de arraigar sus ideales por muy erróneos que sean. Por suerte, para la sociedad Beta, esas creencias a mitos sobre ser seres errores de la Madre Luna no pasaron de generación en generación.
Park Jimin fue conce...
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El cabello azul de TaeHyung estaba completamente despeinado, su pecho se elevaba con fuerza por su agitada respiración, sus garras animales en sus manos, sus colmillos mostrados de forma amenazante mientars gruñía y chasqueaban queriendo literalmente degollar, sus ojos del rojo más rubí y brillante; en su pecho, en su mochila carga bebés, YeonJun estaba en un estado similar aún siendo un cachorro. El pequeño Park-Jeon YeonJun estaba dejando que su pequeño lobo defendiera a sus papás.
-Suelta a mi Omega. -Demandó con la voz grave, ronca y siendo más animal que humano TaeHyung. Jaebum gruñó en contra, aceptando el desafío y sujetando con más fuerza a JungKook.
-Ven a por él. -Dijo no viéndose intimidado por alguien de su misma casta y poder, TaeHyung comprendió al instante que ese Alfa era puro como él. Era la primera vez que conocía a uno, habían leyendas y hechos de dos Alfas puros que se habían enfrentado y terminado, al menos uno de ellos, muerto. Pero no iba a rendirse con facilidad, si tenía que morir en el intento por defender y proteger a su Omega, a su Beta y su manada, lo haría.
TaeHyung descolgó la mochila porta bebés de su pecho, dejando a YeonJun en brazos de la primera persona conocida que vio, siendo este SooBin. Con pasos decididos y fuertes se acercó a Jaebum que sin contemplaciones dejó caer a JungKook al suelo. El Omega se arrastró de rodillas hacia Jimin y ambos se abrazaron viendo con el temor de más de cien años una escena que no pintaba un buen presagio ni un buen final.
Sangre derramada en sus recuerdos de cuerpos que fueron suyos y a la vez ya no les pertenecían. El sonido de balas retumbando en sus oídos cuando allí no había ningún arma.
Golpes comenzaron a ser dados, entre aullidos y gruñidos de dominancia entre ambos Alfas puros, TaeHyung golpeó el rostro de Jaebum, este le devolvió el golpe. Sangre fue goteando desde sus bocas, narices o nudillos de piel rota. Arañazos de sus garras en las ropas y pieles, chillidos de dolor contenido. Fue un golpe certero en TaeHyung, Jaebum golpeó de frente en su rostro y el peliazul perdió el equilibrio y la estabilidad. Todo se oía para él en eco y se veía borroso.
-¡Alfa! -Exclamaron a la par Jimin y JungKook, sus animales llamando a su destinado y haciéndolo despertar de su aturdimiento. TaeHyung creía que no podía, quería y seguiría luchando hasta su último aliento, pero su cuerpo se sentía roto en todos los sentidos. Estaba de rodillas ante Jaebum.
-Acabemos con esto, Alfa inútil. -Escupió Jaebum, TaeHyung negó con su cabeza y retiró la sangre de sus comisuras.
-No soy un Alfa inútil, mi Alfa no es inútil. -Respondió dolido, con el recuerdo de su infancia cuando su animal despareció ante la pérdida y vergüenza de la muerte de sus padres.
-Yo creo que sí. -Jaebum sacó sus garras y sujetó el cabello de TaeHyung tirando de él con fuerza y viéndolo directo a los ojos. -No has podido defender a los que son supuestamente tuyos.
