Capítulo 5~Beta adorado

1.4K 191 17
                                    

Maratón 1/4

Jimin había sido una persona con suerte toda su vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jimin había sido una persona con suerte toda su vida. Siendo el hijo único de un bello matrimonio destinado de dos hombres en las costas de Busan, había sido un niño deseado y criado con amor y bendiciones.

Los señores Park, siendo el Alfa un joven atractivo y carismático de nombre SeongHwa y el Omega un dulce y sonriente joven de nombre HonJoong, se conocieron en su etapa de instituto. Pero no fue hasta que ambos tuvieron sus trabajos de ensueño como reposteros y se casaron que no decidieron tener un cachorro como fruto de su amor y legado.

El pobre Omega HonJoong aún recuerda con temor como fue ser consciente de que su bebé sería un Beta. Obviamente ninguno puso un rostro asustado o negativo ante la idea de que fuera de esa casta. Sin embargo en ellos aún estaban esos recuerdos arraigados de su juventud y niñez. HonJoong aún recordaba haber visto a la edad de cinco años como sus compañeros de clase se burlaban y pegaban a una niña Beta hasta hacerla perder la cabeza y mudarse de ciudad. SeongHwa aún tenía en su mente todas esas noticias que surgieron cuando la marcha a favor de los derechos de los Betas se hicieron más comunes y aglomeradas hasta lograr la invalidez del aborto expuesto como obligación y al fin se permitieron los matrimonios de tres.

Pero sin duda, lo que más miedo les daba, es que cuando su cachorro solo tenía tres meses de gestación se dio a conocer un caso atroz que fue escuchado por todo el país, e incluso el extranjero, durante semanas. Un pobre chico Beta había sido drogado, casi matado, por la mente deducida de su madre que juraba que la desgracia que acompañaba su casta había sido la culpable del fallecimiento de su esposo.

Mas aquello no les detuvo ni echó para atrás, les dio más fuerza para consentir a su pequeño y cuidarlo en una pequeña jaula de cristal. Jimin desde pequeño conocía su casta, sus valores y capacidades, sus padres se esforzaron por aprender y hacérselo saber.

Así que, cuando al Beta que todos adoraban y siempre recibía atención, este tipo de adoración fue arrebatada por la llegada de un nuevo alumno a su instituto de Busan le molestó. Jimin juraba odiar a ese niño rubio y tonto que parecía aún un cachorro correteando y esquivando alabanzas de todo el mundo.

O así fue hasta el desafortunado encuentro en el baño de su casta entre clases. Oler el aroma de JungKook, saborear su nombre en su boca, como esos ojos grandes y brillantes habían cambiado al azul más bello y encantador solo para llamar a su propio animal y conectarse como destinados; Jimin se sintió ridículo.

Recordaba a la perfección, si cerraba sus ojos podía revivirla de principio a fin, su primera cita juntos. JungKook había llevado un overol vaquero, zapatillas rosadas y un fino jersey de la misma tonalidad. Pero sin duda, lo que causó que naciera esa sensación de protección y amor idílico fue ver lo tierno y lindo que era su rostro cuando estaba al descubierto tras su pelo rubio ser enganchado con dos ganchitos rosados hacia atrás.

No todo es trabajo del Beta ⁓ VKookMin ⁓ TaeHyung, JiMin y JungKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora