"Tócame, déjate llevar por lo que sientes
¿Sabes lo divertido que es caer?
Solo tócame
Y haz que valga la pena ceder".
Jillian Martin, la influencer y youtuber que está en la boca de todos. Todo el país la conoce, más ahora que es amiga de la cantan...
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Capítulo 24
Leo
Nada más despertar, los recuerdos de la noche anterior me avasallan, y una sonrisa inconsciente surca mi cara.
Respiro profundo y un olor celestina impregna mis fosas nasales. Hay un ligero cosquilleo en mi nariz cada vez que respiro y arrugo la misma, abriendo un ojo. El cabello de Jillian es el causante de las cosquillas. Tengo la cara metida en su cuello y el cuerpo entero pegado a ella. Es cálida y siento unas ganas inmensas de frotarme contra su suavidad, pero tengo miedo de que se asuste.
Me alejo, sentándome. La habitación está a oscuras, la persiana está bajada, sin embargo, por la línea de luz que entra por una rendija sé que el sol está alto en el cielo. Miro al reloj despertador en mi mesita de noche y compruebo que son las once de la mañana.
Me levanto, buscando mi pantalón y luego sacando el móvil del bolsillo. Tengo un par de llamadas perdidas y varios mensajes. Todos son de JJ y Dan en el grupo que tenemos los cuatro en WhatsApp, bromeando sobre mi desaparición con Jillian.
Son unos pesados.
Regreso a la cama y me acuesto de lado, revisando las impresiones del show de ayer. Hay varias noticias sobre lo bien que Jill lo hizo y en Twitter hay todo un debate al respecto sobre los temas que tocó. Parece que dijo cosas de las que no habló antes y eso tiene a la gente conmocionada. También hay haters haciendo de las suyas, quejándose de los logros de Jillian. Me invaden unas ganas inmensas de defenderla, pero no puedo hacerlo sin exponerme.
Tal vez me abra una cuenta falsa.
Hago a un lado a los idiotas resentidos y sigo viendo las buenas impresiones. Hay varias personas que se están quejando de no poder ir, incluidos un deportista y otra youtuber famosa que dejan sus enhorabuena a Jillian en su Twitter.
Estoy orgulloso de ella y no me cansaré de decirlo. Lo que logró anoche puede ser para algunos una nimiedad, pero sé que esto es algo grande para ella. No es que sufra de miedo escénico, ya demostró anoche que tiene la capacidad de envolver a la gente con pocas palabras. Sin embargo, sé que estaba nerviosa, y la entiendo, yo también me pongo nervioso cada vez que voy a salir al escenario.
Dejo el móvil a un lado y doy vuelta en la cama, apretando todo mi frente contra ella. Abrazarla se siente bien, no voy a negarlo, aunque eso encienda mis alarmas. Jillian es suave y está calentita, algo que me gusta.
Se mueve en sueños, volviéndose hacia mí y pasando un brazo alrededor de mi torso. Ignoro los pensamientos negativos que me llegan a la mente. Esto no es lo típico que pasa con las chicas con las que me acuesto. Nada más terminar, adiós, sin importar que sea algo recurrente, siempre me alejo cuando el momento acaba.
Con Jill sobre decir que es diferente. No quiero una relación seria con ella, pero tampoco quiero alejarme. Me gusta la forma en que su cuerpo se amolda con el mío y si olor me vuelve loco. Ese hecho me tiene nervioso, no voy a mentir, pero no soy un tipo que se priva de las cosas que le gusta. Prefiero aprovechar el momento antes de que se acabe.
