Capítulo 37

200 24 11
                                    


Capítulo 37

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 37

Jillian


Le doy un último vistazo a Leo antes de salir al exterior.

Mi boca cae abierta.

Un toldo blaco está en medio del jardín con lucecitas de navidad adornándolo. Hay una mesa puesta en medio, con utensilios y servilletas de tela sobre ella. También hay música, algo instrumental y pacífico.

—¿Hiciste esto tú solo?

Estoy impresionada, no sabía que Leo fuese así de detallista.

—Liam me echó una mano.

De su mano, camino hasta la mesa, y él toma un ramo de tulipanes rosas que me tiende.

—¿Para mí? —suspiro, haciendo un puchero, y él asiente—. Gracias, son muy bonitos. Me encantan los tulipanes.

Hace mi silla hacia atrás y me ayuda a sentarme. Luego toma su lugar frente a mí.

—La mayoría de lo que ves fue mi idea, Liam solo me ayudó a llevarlo a cabo —admite antes de señalar los tulipanes—, pero esas sí fueron su idea, dijo que eran perfectas para describir lo nuestro.

Las pongo a mi lado en la mesa y me apoyo en mis codos.

—¿Por qué dijo eso?

Leo se aclara la garganta al tiempo que pone la servilleta de tela en su regazo.

—Los tulipanes rosas significan apego, cariño y amistad. O el amor a sus inicios. Es normal que se regalen tulipanes rosas a tus amigos o a tu novia cuando están empezando la relación.

Mi corazón salta al oírlo. No soy su novia y él lo sabe, pero igual me emocionan tanto como me aterran sus palabras.

¿Hay la posibilidad de que en algún momento en el futuro seamos una relación propiamente dicha? Por supuesto, si todo sigue como va, llegaremos a ser novios pronto. Pero no ahora.

Dejando de lado el terror, Leo no es un tonto que deje de lado mis sentimientos y poensamientos, me concentro en lo alegre que me pone lo que ha dicho. Los tulipanes sí que son perfectos para nosotros, y puede que ahora no sintamos amor como tal, pero para representar el inicio de una relación, las flores están más que bien.

Y me gustan, son muy bonitas.

—Me encantan —admito en voz alto y Leo sonríe—, Liam acertó.

Ríe, asintiendo.

—Sí, ha acertado. Fue de mucha ayuda. —Se levanta y saca la botella de vino blanco de la hielera—. ¿Quieres una copa?

—Por favor —asiento y alzo mi copa de vino—. No sabía que tenías una vena romántica.

Tócame © | The Scene II.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora