Capítulo 42

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Capítulo 42

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Capítulo 42

Leo


¡Hola, amigos! No sé si han visto el post que acabo de publicar. Si no lo han visto, les informo que, ¡tendremos show en Nueva York! ¡Sííííí! Si ya lo vieron, aquí les dejo el portal web que está vendiendo las entradas. También pueden conseguirlas en todas las tiendas Skygo de la ciudad, nuestro patrocinador oficial. ¡Nos vemos en Nueva York en una semana!

También quería avisarles que hoy habrá nuevo video en mi canal de youtube en el espacio "hablamos mientras me maquillo". Les tengo un chisme de una seguidora que está para morirse. Los espero por allá.

Las historias de Instagram acaban y pasan a la de otra persona. Salgo de la aplicación y entro a los mensajes.

Ella no ha escrito ni dado señales de vida. Me he mantenido al tanto de lo que hace gracias a sus redes sociales.

La extraño, tan malditamente tanto. He estado tentado a llamarla muchas veces a lo largo de estos días, no lo he hecho porque le quiero dar el espacio que ella misma pidió. También he estado pensando en sus palabras. Tal vez tuvo razón al alejarse, he pensado en lo que estaba pasando entre nosotros y sí que teníamos que pensar bien adónde íbamos a ir de aquí en adelante. Yo ya estoy claro en lo que quiero, y es lo mismo que le dije a ella ese día en que se fue. La quiero a ella. No como lo que teníamos, esa relación flotando en el limbo. Quiero algo serio, hacerlo oficial delante de todos

Lo que me mantiene despierto es: ¿Ella quiere lo mismo?

Dios, espero que sí.

—Vuelves a suspirar y te saco de la habitación.

La amenaza de Leah viene desde su cama, la que ocupa con Lara mientras ven una película. Decidí acompañarlas porque creía que podría responder mis correos en paz aquí, con Lena lejos. La chica es ruidosa y se ríe de todo. Eso, añadido a que papá se cree chistoso, hace imposible trabajar con ellos cerca. Pero tampoco he podido hacerlo aquí, en la tranquilidad de la habitación de Leah, gracias a las notificaciones que me llegaron de Jillian. Soy un desesperado que ha activado la campanita de notificaciones de todas sus redes para estar pendiente de cada cosa que dice y hace. Probablemente me veo como un acosador, pero es algo me tiene sin cuidado.

—¿Por qué no la llamas de una vez por todas? —suelta Lara y Leah asiente de acuerdo—. Impartes tu tristeza y no es lo que queremos en esta casa.

Ruedo los ojos.

—¿Estoy dañando el ambiente feliz y acogedor de este minúsculo apartamento?

—No es minúsculo, las tres tenemos buen espacio y cada quien tiene su debida privacidad, pero es apartamento con tres habitaciones, seis personas no entran con libertad.

Leah tiene razón, el apartamento es suficiente para ellas, pero no para toda la familia. Creo que nunca habíamos convivido en condiciones tan apretadas desde esa vez que viajamos a Italia por las vacaciones de verano y papá creyó que entraríamos todos en una suite de dos habitaciones. El lugar era grande y bonito, no voy a mentir, pero éramos muchas personas ocupándolo. Tal vez para una familia de cuatro habría sido ideal. Para una de seis, no tanto.

Tócame © | The Scene II.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora