Capítulo 40

190 22 22
                                    

Capítulo 40

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 40

Leo


Mirando su mano, empiezo a repetir lo que me dijo Lena esta tarde.

—Leah estuvo saliendo con un chico hace unos meses. Nunca llegué a conocerlo porque ella nunca quiso presentarlo, pero Lena y Lara siempre tuvieron quejas de él porque era posesivo. —Me detengo a tomar aire—. Cuando Leah me informó que ya no estaba saliendo con él, Lena y Lara se escuchaban al fondo haciendo fiesta, y admito que sentí alivio porque la situación me tenía preocupado gracias a las cosas que me contaban las chicas y que Leah no quería que yo supiera.

Un nudo se forma en mi garganta y tengo que carraspear y tragar para alejarlo. Jill aprieta mi mano y le dedico una sonrisa, agradecido por el apoyo silencioso.

»El estar lejos no me permitió ver sus cambios, Leah siempre fue fuerte y la que guiaba a las otras dos para que no se metieran en problemas, pero luego de terminar con ese tipo se volvió retraída y nerviosa. —Miro sus ojos, sintiendo los míos llenarse de lágrimas—. Él la estaba acosando y amenazando para que regresara con él y no le contó a nadie.

»El día después de la boda de Liam y Jo, ella me llamó y me preguntó si podía ayudarla a conseguir una asesoría legal con alguno de mis abogados. Al momento me pareció extraño, pero lo dejé pasar porque me aseguró que solo iba a hacerle una pregunta. —Bajo la vista de nuevo hacia nuestras manos—. Nunca volví a preguntar, esa conversación no se me pasó de nuevo por la cabeza. —Mi labio inferior empieza a temblar y una lágrima se desliza por mi mejilla—. Ella quería saber qué tenía que hacer para alejar a ese tipo y que dejara de acosarla. —Respiro profundo, cerrando los los ojos para detener las lágrimas—. Él se enteró de lo que estaba intentando hacer y fue a por ella para detenerla. —Miro a Jill—. La golpeó esta mañana frente al edificio donde viven, aprovechando que no había nadie cerca. Leah sale a correr todos los días temprano antes de ir a clases y él lo sabía. La esperó y la golpeó hasta dejarla inconsciente.

—Ay, por Dios —Jill jadea.

—Unos universitarios que viven en el mismo edificio la encontraron y llamaron a la ambulancia y mis otras hermanas. No quisieron avisarme esta mañana porque no querían molestarme cuando estoy, estamos, con el asunto del artículo y la demanda. —Niego, llevándome la mano libre a la cara frotando de arriba abajo—. Pero esta tarde, cuando mis padres llegaron al hospital, mamá les reclamó por mantenerme en la ignorancia y luego hizo que Lena me llamara.

Jill suelta su cinturón y se acerca a mí, envolviendo sus brazos a mi alrededor.

—Lo siento mucho, Leo. No puedo ni imaginar lo que estás pasando en este momento, pero quiero que sepas que estoy para ti y que puedes tenerme de apoyo.

Aferrándome a su cintura, la subo a mi regazo, escondiendo la cara en su pecho. Que esté aquí ya es un alivio, ayuda con el dolor y la preocupación, y voy a tomarle la palabra.

Tócame © | The Scene II.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora