"Tócame, déjate llevar por lo que sientes
¿Sabes lo divertido que es caer?
Solo tócame
Y haz que valga la pena ceder".
Jillian Martin, la influencer y youtuber que está en la boca de todos. Todo el país la conoce, más ahora que es amiga de la cantan...
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Capítulo 13
Jillian
—Deja de moverte de un lado para el otro, me tienes nervioso.
Detengo mi andar, poniendo los ojos en blanco hacia Josh.
—Estoy en medio de un proceso creativo, no me hables —mascullo y continúo caminando.
Suelta un suspira dramático y sigue con lo suyo.
Está arreglando un aro de luz que dejó de funcionar hace unos días, aunque no hace falta que lo arregle cuando mañana me llega uno nuevo. Pero sé que eso del aro es solo una excusa para estar alrededor mientras llegan los chicos. Hoy vamos a reunirnos para hablar de lo que haremos en el video en el que me acompañarán y Josh quiere conocerlos bajo cualquier medio. Le pedí amablemente que admitiera que está aquí con intenciones ocultas, sin embargo, el idiota niega toda acusación y me ha jurado dos veces que se irá antes de que lleguen.
No le creo.
—Tus procesos me ponen de los nervios.
—Te recuerdo que estás aquí de aprovechado, nadie te detiene de irte.
Pone los ojos en blanco.
—Hay que ver la cantidad de gente malagradecida que hay en el mundo.
—Esa cosa que intentas arreglar será reemplazada igualmente y lo sabes.
—Y te dije un millón de veces que no es necesario reemplazarla porque podía arreglarla.
Suelto un suspiro, continuando mi andar.
Esta conversación me distrae.
El timbre suena y la espalda de Josh se endereza. Y así quiere que le crea eso de que no está aquí para conocer a The Scene.
Salgo de la habitación, negando con la cabeza y susurrando mi incredulidad, aunque no lo hago tan bajo porque él escucha lo que digo.
En la sala de estar, miro alrededor para asegurarme de que no hay nada fuera de lugar y luego abro la puerta. Happy, el guardaespaldas de The Scene, me devuelve la mirada al otro lado, tapando mi vista de los chicos.
—Srta. Martin, qué gusto verla —saluda.
—Happy, no hacen falta las formalidades.
Dan se asoma por encima del hombro de Happy y sacude la cabeza.
—Oye, eres muy grande y no puedo ver a mi chica.
Ruedo los ojos ante sus palabras.
—Ya te gustaría poder llamarme tu chica.
Sonríe, dándole un empujón a Happy para apartarlo de en medio.
—No niegues que te encantó.
—¿Van a entrar o esperarán a que mi vecina adolescente, que es muy fan de ustedes, los encuentre en medio del pasillo? —digo, negándome a continuar esta disputa con Dan.
