"Tócame, déjate llevar por lo que sientes
¿Sabes lo divertido que es caer?
Solo tócame
Y haz que valga la pena ceder".
Jillian Martin, la influencer y youtuber que está en la boca de todos. Todo el país la conoce, más ahora que es amiga de la cantan...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 48
Leo
El auto gira en la esquina y la mano de Jill se aprieta en torno a la mía. La miro y descubro que está mirando por la ventana, mordiendo su labio inferior con fuerza. Me parece increíble que no se haya sacado sangre en el trayecto desde su casa hasta aquí.
Entiendo su estado nervioso, es la primera vez que seremos vistos en público juntos como una pareja. Los últimos días hemos salido, pero a lugares en los que no hay paparazzi ni personas pendientes de lo que hacemos. Han salido un par de fotos de nosotros en dichos lugares, pero son fotos borrosas y la gente podría tomarlas como información falsa. No hemos desmentido o afirmado de una vez por todas que estamos juntos, lo único que se ha dicho de nuestra relación fue el comunicado que di hace un par de semanas, pero del resto no nos hemos dejado ver en ningún sitio.
Hoy, el día del estreno de "Vestigios", quisimos hacer nuestra primera aparición oficial juntos y eso tiene a Jill de los nervios. Por los antecedentes con nuestras fans y lo que tuvo que soportar, se encuentra temerosa, pero le he prometido hasta el cansancio que estará custodiada por la seguridad de la banda y que no permitiré que le hagan ningún tipo de daño. Pero supongo que eso no la calma del todo.
El auto se detiene frente al lugar en el que va a celebrarse el evento y hay personas a cada lado de las cintas de seguridad que empujan a los de seguridad para intentar llegar a las personas que van entrando. Hay varias personas entrando, tomándose fotos como si se tratara de una alfombra roja y otros que ni siquiera se detienen a saludar.
Hannah invitó a todo conocido cercano de la industria, así que asumo que el lugar estará lleno. No me importa, si soy sincero, hoy no quiero prestar atención a nada que no sea el disco y mi chica.
—¿Estás lista?
Jill se gira hacia mí y hace una mueca.
—No mucho, pero si no hacemos esto ahora, me arrepentiré luego.
Suelto una risita y me giro hacia la puerta que mi chofer acaba de abrir. De inmediato la gente empieza a gritar mi nombre y los flashes de las cámaras empiezan a cegarnos. Una vez fuera del auto, le tiendo la mano a Jill y me hago a un lado para dejarla salir, desatando más gritos de parte de las fanáticas.
Tomado de su mano, empiezo a saludar a las fanáticas y acepto tomarme un par de fotos. Varias de ellas me piden hacer la foto junto a Jill, lo que parece hacerla feliz. Poso a su lado cuando los camarógrafos oficiales me piden hacerlo y plasmo en mi cara la sonrisa más feliz que alguna vez verán en mí, aferrándome a su cintura en el proceso.
Que quede claro que estamos juntos por si alguien tenía alguna duda todavía.
—Afloja el agarre —masculla entre dientes sin dejar de sonreír a la cámara—, no me iré corriendo.
