Por suerte, si es que a eso lo puedo llamar suerte, había regresado en un periodo de tiempo prudente para iniciar el semestre. Digo, metí las materias que habían y mi horario era una... no quería decir mierda pero es la palabra que lo describe a la perfección. Mi horario era una mierda. Pero en la primera semana del curso hubo gente dándose de baja y pude arreglarlo un poco. Por lo menos no tenía clases de 7 a 7 con mil quinientas horas libres en el medio. Metí bastantes materias optativas, tantas como pude para no atrasarme y el siguiente semestre aunque será pesado llevaré... un poco de carga por decirlo de alguna manera. Es el 6to semestre después de todo y la verdad es que debo esforzarme ahora más que nunca para lograr hacer algo... no tengo tiempo de andar papaloteando. El padre de Lean me dio su antiguo celular y por mucho que no quisiera aceptarlo me vi en la necesidad de decirle que sí. Él no tenía juegos en su teléfono, sólo aplicaciones de trabajo y un sudoku. Empecé a jugarlo, si es que eso se "juega" (¿Será que eso más bien se resuelve?) y descubrí que soy bastante bueno, pero eso no es como que me vaya a ayudar en el futuro. Me asusta mucho el futuro y no quiero pensar en que será de mí después de la escuela. No quiero. Pero debo haberlo o iré a la deriva sin saber qué está pasando con mi existencia.... como sea... necesito un traje nuevo, necesito dejarle claro a la chica de la carta que no estoy (ni estaré) interesado en nada y por último y no por eso menos importante, necesito un trabajo para tener dinero y poder comprar el traje. También necesito pagarles a los Onnel el dinero que gastaron en mi rescate, y por obvias razones también necesito ahorrar por si sucede alguna emergencia, Dios, necesito hacer muchas cosas... ¿Debería ponerlas en una lista? Es lo que recomienda la Señora Del Baile que escucha Lean con su madre, y si: 'Se llama Martha Debayle, Lan'. Ya lo sé Leandro, ya lo sé pero seguiré llamándola señora Del Baile y te morirás antes de que no sea así... en fin, volviendo al tema, necesito dinero y quizá clases de etiqueta de la señora Del Baile, pero más el dinero, lo otro es más un plus, lo primero es el dinero, la ayuda que me da el gobierno no es más que eso, una ayuda, no puedes esperar vivir con eso, si no fuera por todo lo que hacen por mí en la iglesia estaría perdido. Peeeeeerdidoo.
Leandro me dijo que me llevaría ya que no tenía la primera hora pero que igual quería llegar temprano y que yo sería el pretexto perfecto. Lo que me dio a entender que los miércoles él me usará de excusa para estar una hora antes en la escuela. Loco.
—Entonces, ¿Cómo te ha ido con el regreso a la vida universitaria? - Preguntó mientras yo acomodaba unas cosas en mi mochila - Ya estás esforzándote o la segunda semana sigue siendo pan comido?
—Esa expresión es graciosa.
—¿Evadirás mi pregunta? - Quizá era un chiste pero también sonó triste... indiferente.
—Me estreso pero no por la escuela. Necesito un trabajo y mis horarios siguen siendo horribles como para encontrar uno de medio tiempo, pero quizá con algo de suerte alguien estará dispuesto a darme alguna clase de empleo, así que ahora que lo pienso mejor, si, me estresa la escuela, los horarios de la escuela.
—Bueno, falta menos para Mayo cada día, y serán vacaciones, asi que...
—No no, debo encontrar algo por ahora. Algo, lo que sea, esa cosa no es nada seguro, no puedo confiarme, necesito moverme...
—Ya, bueno.
—Además este fin de semana es tu cumpleaños - Lo zangoloteé y su sonrisa medio que regresó.
—Es solo un día.
—No, ya estipulamos que no es solo un día, deja de ser agua fiestas.
—Es una expresión graciosa - Maldito.
—Cámbiame el tema, maldito - Me resbalé en mi asiento de brazos cruzados.
—El sábado tienes tu terapia, así que cambia de planes.
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L(e)andro
Teen FictionLandro perdió a su familia y está obligado a vivir en una iglesia cristiana, irónico ya que no cree que Dios existe, su objetivo es salir de ahí cuanto antes, pero sucede que conoció a alguien que le hizo cuestionarse todo lo que creía, se llama Lea...