Capítulo 20: De Baja

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Los miembros de mi División me observan perplejos al igual que mi hermano y Dalia, quien sonríe en una esquina haciendo una señal de brindis con su copa.

El único valiente es Traynor es quien se acerca a la vez que Benjamín. Sonrío bebiendo un sorbo de mi jugo y habló sin mirarlos.

—Ni se les ocurra querer hacer una escena aquí. No soy una víctima, ni marginada. —murmuró mientras veo a los demás invitados acercarse a Aleksander y Brylee para felicitarlos.

La pequeña estúpida sonríe mientras que Aleksander se mantiene inmóvil mirando a la nada.

—Nos vamos, jefa. —avisa Eric acercándose.

—¿Por qué? —lo miro a la cara. —Aún faltan los fuegos artificiales.

—Ciara…—deja de hablar cuando le doy la mirada que el mejor que nadie conoce.

Su esposa se acerca a ambos y sonríe como si nada estuviera pasando, así es Katie tiene la habilidad de hacer que un momento lleno de tensión se aliviane.

—¡Veinte segundos para año nuevo! —grita Katie Smith llamando la atención de todos. —¡Al jardín!

Como si fuesen niños pequeños todos los invitados salen del gran salón camino al hermoso jardín donde nos esperan fuegos artificiales maravillosos.

Mi División me conoce lo suficiente como para dejar esta escena de lado y salir con los demás como si nada.

Quiero llorar, si si quiero y me odio por eso. Me odio por ser débil pero no le daré el gusto a nadie. Mi orgullo va primero que cualquier otro sentimiento.

Suspiro profundamente y dejó el vaso de lado para intentar seguir a los demás.

Enarco una ceja cuando Adkin Tiziano quién viste un traje azul rey que lo hace ver demasiado hermoso, se acerca a mi ofreciéndome su brazo. No lo pienso dos veces y me sujeto de este caminando hacia el jardín que adornado con grandes antorchas es como un sueño.

Señala hacia el puerto y sonríe de lado.

—A mi pequeña le encantaba ver los fuegos en mis brazos. Siempre que llegaba la hora gritaba como una loquilla buscándome para que la cargará.

—No lo dudo, es muy consentida.

—Cuando mi nieto nazca descubrirás que nada en este mundo te hace amar y sentir como tus propios hijos. —Nos acomodamos en el borde del jardín. —Y también, aprendí que en la vida todo toma su lugar.

—Sí, de eso no me cabe duda —sonrío de lado y me apartó. —No necesito que me protejas, Adkin. No soy la víctima aquí, yo soy la villana.

—Tal parece que la debilidad para un Tiziano es una chica mala.

—¿Lo dice por usted?

—Sí —es sincero. —Cuando conocí a Danella era… especial. Era un enigma total, cada vez que intentaba descifrarle ella salía con algo totalmente contrario a lo que yo creía dejando anonadado.

Asiento

—No lo dudo, es una mujer excepcional.

—Katharina también es una "villana" y sin esfuerzo enamoro a mi hermano Maksym —nuevamente asiento. —El punto es, un Tiziano se enamora solo una vez.

—Y su hijo ya eligió.

—Así es.

—Feliz año nuevo, Adkin.

—Lo mismo digo, querida. —besa mis mejillas

—Y no necesito que me cuiden, siempre lo he hecho sola.

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