Capítulo 57: Z

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ALESSIO.

Años enteros ganándome mi lugar en este círculo, mostrando cual es el poder que tengo y porque me debe temer el mundo. No permitiré qué Adrian Arcain ni nadie usurpe mi trono. Aquí no puedo dejarme ver débil por ninguno porque el más mínimo y pequeño rastro de debilidad bastará para que me asesinen. 

Paso la mañana entera llegando a nuevos acuerdos convenientes para Suiza. A veces entre más viejos más estúpidos se hacen ya que no están dispuestos a abrirse a nuevos horizontes. 

—Tu gusto por la hija de Arcain te condenó por primera vez. —suelto el líder de la mafia albanesa. —Esa niña es una maldición, una vez acabo con mi empresa en Dubai. 

—Ella está bajo control, con ella como mi mujer la FES será mía completamente. 

—¿Qué acaso no es eso lo que planea Arcain? 

—Arcain es un idiota que solo habla y habla y no hace nada. —me levanto y enciendo la computadora qué proyecta en el aire un grupo de soldados en la instalación de la FES. 

Muevo un par de circuitos y conecto mis audífonos a la imagen. Marcó una contraseña clave la cual hace que los soldados muevan la cabeza hacia el cielo como si fueran máquinas. 

—Suelten sus armas, tomen un tanque de la zona de guerra y ataquen el edificio del oriente de la FES. 

Sin más la imagen se mueve con los hombres que siguen mis órdenes y minutos después causan un caso en la FES. Finalmente todos los hombres en la mesa se vieron realmente sorprendidos ante mi demostración. 

—Tengo el control de la tarjeta Z y con ésta el dominio de cualquier soldado de la FES. Es suficiente demostración para reclamar mi puesto como presidente de esta organización.. 

—Yo apoyo a Diatchenko. Adrian tu jamas has hecho nada 

El hombre canoso me observa con odio mientras no dejo de sonreír con superioridad. Lo que más odia es quedar humillado frente a los que considera sus iguales pero no contaba con el placer qué me causa dejarlo en su lugar y conmigo aquí jamás ascenderá. 

—Lograste descifrar la tarjeta Z —habla intentando comprender. —como carajos si mi hermano se encargó de que nadie la logrará manipular. 

—Ciara, tu hija, mi mujer, la directora de FES —suelto simple —. Me entregó la tarjeta para mostrar su lealtad a mi. 

—¿Cómo podemos confiar en ella? —cuestiona el alemán. 

—Llego hasta aquí solo para rescatar al idiota de Aleksander Tiziano. —agrega Adrian en un intento de exhibirla.

—Para nadie es un secreto que los Arcain se pasan las reglas por el culo. A ellos solo les importa una cosa y es tener poder. —explico. —Ciara está bajo mi control ya que también tengo la manera de manipularla con la Z.

Los susurros de aprobación dan por finalizada la reunión. Salgo del gran salón y me muevo por los pasillos hasta encontrarme frente a la puerta donde está Tiziano. Es el prisionero más valioso del lugar así que lo custodian más de cinco guardias qué amenazó para que me dejen entrar. 

—Estás vuelto mierda. —musito al verlo. 

Aun cuelga de cadenas en la pared qué se atan en sus muñecas. Su cuerpo está cubierto con quemaduras y azotes al igual que su rostro qué apenas y permite que sobresalga el color claro de sus ojos. 

Apenas y logra alzar la cabeza en cuanto me ve, pero la fuerza de su cuerpo no le da para que mantenga la mirada. 

—Tu mujer está aquí. 

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