Capítulo 34:Consecuencias

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Me mantengo de pie en una esquina de la sala de espera con la impaciencia consumiendo mi ser. Las manos me tiembla y las palmas sudorosas muestran mi nerviosismo de una manera exagerada. La preocupación en mi ser hace que se me dificulte incluso respirar.

—¿Por qué tanta demora? —gruñe Ferre abrazando a su esposa.

—Katharina es la mejor en lo que hace salvará a nuestra jefa

Le contesta un poco dudoso Dmitry quien está en uno de los sillones con la argentina que es un mar de lágrimas.

Todo mi equipo esta aquí y gran parte de la división azul también. La preocupación por lo que le pueda suceder a Danae hace que la tensión en el lugar se corte con tijeras.

—No comprendo como un Halcón de su rango se descuido de esa manera. —habla Donatta, segunda al mando de la División azul y ex de Cassian Arcain.

—Es complejo.

Se limita a contestar Serkan Mazharok quién está con la espalda recargada a uno de los muros del lugar.

—No me parece un buen soldado, lo dije ante y lo repito ahora. —insiste la mujer de casi dos metros de melena rubia. —Tendré que avisarle a Cassian.

—Mi cuñado ya esta al tanto de todo. —suelto en un tono brusco. —No veo la necesidad de que te intrometas en esto.

Los ojos verdes de la mujer me observan ofendida. Le sostengo la mirada poco intimidado esperando su respuesta.

—Cuidado, no está bien que le hables asi a uno de los miembros de la División superior.

Apretó lo dientes molesto y cruzo mis brazos sobre mi pecho.

—Esa ideología que tienen de que la División Azul es más importante que mi División Roja es basura.

—Nosotros somos mejores

—Por eso nos enviaron a acabar con un blanco que ustedes llevaban persiguiendo más de medio año —asiento. —, el cual nosotros terminamos en dos meses largos.

La mujer me mira furiosa y se acerca a sus compañeros a murmurar durante las siguientes casi seis horas.

Me impaciento y caminó de lado a lado conteniendo las ganas de adentrarme a esa sala de cirugía. Me dejo llevar por la impaciencia y doy pasos firmes hacia el pasillo. Mi tío me detiene dejando su mano en mi pecho.

—No. Deja que mi mujer haga su trabajo. —pide amable.

—No puedo estar aquí esperando a que me den noticias, quiero hacer algo.

—No pierdas la paciencia que te caracteriza.

Cada vez que tengo a Maksym o a mi padre en frente es como si me estuviera viendo al espejo por el parecido físico. Siempre han sobresalido por enseñarme a mostrarme neutros ante el mundo pero en este caso no puedo, me es imposible cuando es la vida de Danae la que está de por medio.

—Estuve en tu lugar en un momento de mi vida. —me toma de los hombros y me obliga a salir por la puerta trasera del hospital de mi tía. —A Katharina su hermano le metió una bala en el cráneo. —explica entregándome un cigarro.

—Katharina es indestructible.

—¿Arcain no? —pregunta dándole una calada a su cigarro. —Sí en algo sobresalimos los Tiziano Boss, es en el gusto en común por las jodidas mujeres fuertes.

—Estas asustado Maksym —afirmó mirándolo a los ojos. —Sabes que el veneno de mi tía no es algo que se debe subestimar.

—Tampoco se debe hacer con ellas. —suspira entregándome el cigarro.

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