Capítulo 52: Remolino

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KATIE


Tu y Tiziano son como dos hijos más para mi —habla Domenico mientras me abraza.

—Lo sé.

—Por mi culpa tus padres murieron en una misión fallida, desde entonces prometí que me haría cargo de ti y no te dejaría sola. —explica. —Ahora viéndote con Aleksander, lo unidos qué se han convertido me llena de orgullo soltarte en la organización.

Asiento.

—Así sea un gruñón, Alek y tú son mi familia.

—¿Pueden dejar la cursilería? Somos un buen equipo y ya. —dice Tiziano entrando a la habitación.

—Ahora que ambos están aquí, no quiero problemas con los estudiantes de la FES. —advierte serio D'Angelo.

Aleksander y yo soltamos fuertes risas porque sabemos a que se refiere. Es por el pequeño estudiante qué ha intentado estar tras de mí todas estas semanas. Mi compañero y yo nos hemos reído bastante de sus ridículos intentos por conquistarme.

Incluso una vez se atrevió a decirme que me había elegido como madre de sus hijos. ¡Estúpido! Yo jamás tendré una familia y menos hijos, en este mundo tu puedes morir en segundos y por eso no le haré un mal a un niño de dejarlo sin sus padres.

Supongo que es por que yo lo sufrí en carne y hueso, mis padres murieron cuando tenía 12 y las crisis existenciales qué viví no se las deseo a nadie. Fueron años de llanto cuestionando por qué la vida me odia porque no me dio una vida normal y en cambio me condenó con la muerte de mis padres. Por que sí, al ser la única heredera de ambos sus enemigos me buscaron por cielo y tierra para atacarme hasta que Domenico decidió que tenía que defenderme sola.

—No nos metemos con niños.

—Algunos de ellos son mayores que tú. —explica a Aleksander, Domenico.

—Pero ninguno tan maduro como yo. —contesta hostil.

—Descansen.

Una vez nuestro jefe se marcha. Aleksander me entrega la carpeta que traía en su espalda. Es la información de una hermana perdida de la que nadie más conoce. Es hija de mi madres pero no de mi padre. Es mayor, está casada y tiene cinco hijo que nacieron apenas hace un par de meses. Se siente bien tener a alguien de mi propia sangre en este mundo. No me conoce pero la cuidare hasta que algún día llegue el momento de conocernos.

—Gracias.

—Quiero mi arma. —exige.

—Un favor sin cobrar de vez en cuando te haría bien. —replico entregando el arma qué modifique para él.

—Te ayude a buscar a tu familia, como bien dice mi padre, la familia es lo más importante. Deberías presentarte con ella y crear lazos.

—Lo haré, luego.

—¿Qué harás con tu admirador?

Sonrío.

—Podemos divertirnos. Iré a su reunión falsa como si no supiera nada.

—Te acompaño.

—¿Enserio? —Enarco una ceja, él no es de estas actividades. —¿Por qué?

—Quiero reírme un rato. Además son parte de la División de Arcain. Sabes lo que opinión de esa gente

—Está bien. Puedes ayudar revisando qué si sea falsa la invitación, me envías un mensaje y llego.

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