Tuve que dejar todo atrás y dar comienzo a una vida distinta a la que tenía. Nuevo hogar, nueva vida y nuevo vecino. Mi vida nunca fue tan complicada hasta su llegada. Un torbellino de emociones atravesé cuando, sin tan siquiera esperarlo, me adentr...
¡Capítulo! ¡Wuju! ¡Hola de nuevo! Bueno, quiero agradecer a todas esas personas que leen mi historia. Ustedes son la razón por la que sigo escribiendo. De veras que aprecio mucho su apoyo.
Bueno... Les dejo a Manuel en multimedia. Es su cambio de "look" 😱
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Capítulo: Tú y yo
No sabía si llorar o gritar. Mi guagua estaba repleta de una sustancia babosa, color verde. Cuando me acerqué, pude ver algo escrito en el cristal del frente.
"No me quitarás a mi Derek"
Cuando Derek se acercó, su rostro cambió por completo. Estaba tenso y nervioso, pero a la vez parecía enojado. Era difícil descifrar lo que sentía. Yo, en cambio, podía sentir cómo una rabia me carcomía por dentro. Tenía ganas de aventar todo lo que tenía enfrente.
- ¿Quién diablos hizo esto?-Preguntó Manuel, caminando alrededor de mi guagua con la boca abierta. Yo respiré profundo.
- Es más que obvio quién fue. ¡Rebeca Taylor!-gruñí, molesta. Esa chica no se cansaba de joder mi vida.
- ¿Rebeca?-Preguntó Manuel, incrédulo. Yo puse los ojos en blanco. Derek estaba callado. Parecía hundido en sus pensamientos. De repente despertó y caminó, dando grandes zancadas en dirección al centro del estacionamiento.
- Hey, Derek-gritó Manuel, pero lo ignoró. Se notaba que estaba molesto. Yo lo seguí; ambos lo seguimos.
- ¿Dónde estaba usted cuando le hicieron eso al auto de la señorita?- Le preguntó Derek al guardia de seguridad. Era un joven de no más de veinticinco años. Su olor a cigarrillo provocó que sintiera náuseas. Parecía nervioso ante Derek. - ¿Ah? ¿No se supone que vele por la seguridad de los autos?-Le reprochó, muy agresivo. Al joven Michael Collins, como pude ver en su placa, parecía que los ojos se iban a salir de su cara. Yo tomé a Derek por el hombro.
- Hey, Derek. Hey, mi amor-Derek se volteó a verme. Su rostro estaba muy tenso. ¿Por qué estaba tan alterado? Sabía que lo que le hicieron a mi guagua era algo muy bajo, pero, ¿por qué reaccionar de esa manera? Estaba descontrolado-. Cálmate, Derek. No importa, ¿qué más da?-Le dije, tratando de calmarlo. Él me miró por unos instantes y luego se volteó hacia Michael.
-Eres un inepto-le dijo Derek, muy agresivo. Parecía que iba a caerle a golpes en cualquier momento. Manuel pareciera que leyó mis pensamientos y haló a Derek por el brazo.
-Tranquilízate, Derek, ya vámonos-Derek permaneció inmóvil unos segundos, mirando al guardia, luego dio la vuelta y caminó hacia el auto. Manuel y yo observamos al chico con desaprobación y él me lanzó una guiñada. ¡Asqueroso que se veía haciendo ese gesto!
Después de dejar a Manuel en su casa, paré en una gasolinera. No quería que mamá viera mi auto así, se pondría histérica. La estación estaba desierta, yo era la única clienta.
