-Hija, ven ayudarme a recoger, por favor-mamá entró a la habitación. Elizabeth abrió los ojos y dio un gran suspiro.
-Voy en un minuto, mamá-le dije, mientras miraba a Elizabeth con atención.
- ¡Ahora mismo! Por favor-insistió mamá y arrastró el por favor, como tratando de no gritar. Yo torcí los ojos y me levanté de la cama.
-Seguimos hablando horita, no creas que no me vas a decir-le dije a Elizabeth, mirándola con los ojos entrecerrados y ella asintió con una vaga sonrisa. Salí de mi habitación junto a mamá.
ELIZABETH
¡Qué alivio! No estaba lista para decirle. De hecho creí que nunca podría decírselo, siquiera a él. ¡No podía! No tan solo porque a él le gustaba Susan, sino porque no quería ponerlo en peligro. En esos momentos mi vida estaba hecha un caos y no podía permitir que les hicieran daño a las personas que quería. Pero no podía negar que me reventaba de celos el saber que yo no le gustaba, sino Susan. Aunque yo lo sabía desde un principio, él se moría por ella. Era por eso que no estaba molesta con mi amiga, estaba molesta conmigo misma por gustarme un chico que jamás me haría caso. Él era diferente a los demás y era por eso que no me pelaba. No se fijaba en las piernas de una chica o en sus senos, se fijaba en el corazón, los sentimientos, y eso, era lo que lo hacía distinto. Eso hacía que me gustara, que me encantara. Él era el primer chico que me hacía sentir que no era irresistible, que no importaba el físico, solo los sentimientos. ¡Rayos! No sabía cómo sucedió, pero él me encantaba.
- ¡Ah...! ¿Por qué me tienes que gustar, Manuel Hudson?-Grité, mientras le daba un puño a la almohada.
Horas atrás...
- ¿Qué has dicho?-Le pregunté a Wesley, muy sorprendida, aunque no se me notaba. Él era un chico muy sexy, pero no sabía por qué no podía gustarme como me gustaba Manuel.
-Em... He dicho... Bueno, quise decir, que si te gustaría ir al baile conmigo-me dijo él y parecía nervioso. Sin duda le gustaba a ese chico.
-Oh, vaya. No me lo esperaba-realmente no era que no me lo esperaba, era que no sabía cómo rayos actuar. Manuel estaba observándome detenidamente y eso me puso más nerviosa. Pude ver cómo se alejaba y eso me relajó un poco.
- Discúlpame si te tomé por sorpresa, pero llevaba horas practicando cómo decírtelo y creo que fui un poco impulsivo- dijo él, estrujándose las palmas de sus manos. Realmente estaba nervioso. ¡Dios! Ponía nervioso a ese sensual chico.
- ¿De veras?-Le dije, sonriendo. Pude ver a Manuel en su casillero, con Susan. ¿De qué hablaban?
-Sí, enserio. Tenías que ver cómo le hablaba a mi cachorro. Le repetía una y otra vez: "Elizabeth, ¿quieres ir al baile conmigo?"-Solté una carcajada. Era increíble lo simpático que era Wesley.
- ¡No te imagino haciendo eso!-le dije, mientras reía. Estábamos muy pegados y él me tomó por ambas manos. Yo miré hacia Manuel, nerviosa, pero ya se había ido. A él no le importaba lo que hiciera con mi vida, pero no quería que pensara que tenía algo con Wesley, aunque él se muriera por Susan.
- ¿Qué me dices? ¿Irás conmigo al baile?-Me dijo, mirándome con sus hermosos ojos color miel. Ese chico estaba como quería, pero ya no me podía gustar otro chico que no fuera Manuel. ¡Increíble! Elizabeth González, la chica que se babeaba por chicos como Wesley, le gustaba un nerd que estaba enamorado de su mejor amiga -. ¡Bravo Elizabeth! - me abofeteé mentalmente.
-Déjame pensarlo, ¿sí?-Le dije, soltándome de su agarre y su mirada mostraba desilusión. Sentí pena por él, pero no quería que se ilusionara conmigo por ir al baile. Estaba hecha una pendeja. Si hubiera sido en otras circunstancias, me disfrutaba a Wesley con mucho gusto, pero ahora era diferente. Sentía que Manuel se había llevado una parte de mí que ya no regresaría...

ESTÁS LEYENDO
Mi vecino misterioso
Fiksi RemajaTuve que dejar todo atrás y dar comienzo a una vida distinta a la que tenía. Nuevo hogar, nueva vida y nuevo vecino. Mi vida nunca fue tan complicada hasta su llegada. Un torbellino de emociones atravesé cuando, sin tan siquiera esperarlo, me adentr...