Siempre pensé que mi madre estaba loca. Sus peleas absurdas... Sus exageradas ganas de protegerme... Su carácter de los mil demonios... Todo eso llegaba a fastidiarme muchísimo. No fue hasta esa noche, cuando Derek abrió su pasado conmigo, que me di cuenta de lo afortunada que era de tener a una madre como ella. Es cierto, era muy complicada, pero fue la mujer que me dio la vida y la amaba...
Estaba en mi habitación. Afuera estaba lloviendo a caudales y se podía escuchar los fuertes truenos. Días como ese la pasaba en casa de las gemelas, Dana y Daniela, haciendo maratones de nuestra serie favorita El Mentalista. ¡Cómo extrañaba mi vida en Massachusetts! Aunque no niego que mudarme trajo cosas maravillosas a mi vida. Bueno, a alguien maravilloso: Derek. Su pasado era verdaderamente tormentoso. Lo que su madre le hizo a su hermanito era algo inhumano. ¿Cómo era posible que una madre fuera capaz de matar a su propio hijo? ¡Enterrarlo vivo, utilizando a su hijo para hacer esa atrocidad! Eso solo lo podía hacer alguien sin escrúpulos, sin corazón... Las palabras de Derek seguían en mi mente una y otra vez... "He hecho cosas horribles, cosas que me arrepiento..."
¿Qué otro secreto poseía Derek Johnson?
El sonido de mi teléfono interrumpió mis pensamientos. Era un mensaje de Elizabeth.
Mensaje de Eli<3:
Mi querida Susan, hoy llego tarde a la casa. Estaré con Manuel y mi... ¡Suegra! ¡Mierda! ¡Si no regreso es que no salí viva de su casa!
Pues nada, solo avísale a tu madre. Besos, cariño...<3
Terminé de leer el mensaje y reí. No imaginaba a Elizabeth tratando de ser una niña buena para agradar a su suegra. Ella siempre era ella misma y eso era lo que más me gustaba de ella... Por eso era mi mejor amiga...
Me levanté de mi cama y vi a Aseison durmiendo en su nueva camita. Papá había enviado ese regalo por correo. Ya habían pasado dos semanas desde su partida y lo extrañaba. El día anterior había recibido un mensaje de él diciendo que pronto nos veríamos... Pronto sería mi graduación y él no se la perdería por nada del mundo.
Salí del baño y escuché el sonido del timbre sonar muchas veces. Mamá gritaba como loca.
-¡Ya voy! ¡Ya voy!-gritaba y podía escuchar sus rápidos pasos bajar las escaleras. No pude evitar reír. ¿Quién diablos tocaría con tanta insistencia?
En menos de un minuto escuché escándalo en la planta baja. No fue hasta que mamá gritó que bajara, que decidí levantarme de mi cama e ir a ver quién diablos vino a hacer alboroto a mi casa. Eh, creo que soné bien mamá...
Salí de mi habitación y bajé las escaleras. Cuando llegué a la sala, me encontré con una pelota de incordios.
- ¡Susan! ¡Mi querida Susan!-gritó Philip. Yo miré a todos, sorprendida. Mis viejos amigos en casa...
- ¿Desde cuándo te quieres parecer a la bruja verde?-Comentó Daniela, mirándome divertida. Yo tardé segundos en darme cuenta que todavía llevaba puesta mi mascarilla de aguacate. Todos rieron.
-En todo caso la que tiene que estar verde eres tú, Daniela-dijo Dana en tono divertido-. Cuando vio semejante dios griego que tienes por novio casi se pone verde de envidia.
-Es que cualquiera se moriría de envidia. ¡Semejante papacito como vecino!-chilló Philip, haciendo un gesto divertido.
-Oigan, ¿cómo diablos saben que tengo novio? O mejor dicho, ¿cómo saben quién es?-Les pregunté y todos se encogieron de hombros.
- ¡Elizabeth!-dijeron Jean, Joseph y Peterson al unísono. Yo reí.
-Esa Elizabeth no se queda callada por nada del mundo-murmuré y todos rieron.
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Mi vecino misterioso
Novela JuvenilTuve que dejar todo atrás y dar comienzo a una vida distinta a la que tenía. Nuevo hogar, nueva vida y nuevo vecino. Mi vida nunca fue tan complicada hasta su llegada. Un torbellino de emociones atravesé cuando, sin tan siquiera esperarlo, me adentr...