Mi vecino misterioso

"Confía en mí"

Derek había dirigido su auto en una dirección contraria a mi casa.

- ¿A dónde me llevas? ¡Detén el auto!

- ¿Estás asustada? - Dijo con picardía.

- Derek Johnson, ¿a dónde me vas a llevar? - Comencé a asustarme.

- Voy a matarte, picarte en pedacitos y comerme tus pedazos - dijo, haciendo una voz tenebrosa.

- ¡Derek, detén el auto!-le grité.

- No seas impaciente, niña. Ya casi llegamos -dijo, soltando una carcajada.

- ¿Para dónde vamos?

- Ya verás, tranquilízate -dijo, guiñando un ojo y logré calmarme un poco, pero los nervios azotaban sin piedad.

Llegamos a un sitio extraño. Estaba oscuro y lleno de árboles enormes y altos. En el fondo había una cabaña de madera muy elegante y enorme. Nunca había visto ese lugar.

- ¿Por qué me trajiste aquí? Es un sitio muy solitario-le dije, deteniéndome. Me negaba a caminar.

- Tras que malcriada, impaciente. Confía en mí, niñita hermosa - dijo, acercándose. Yo me alejé como acto de reflejo.

- Ajá, ¿ahora soy hermosa? - Le dije, rodando los ojos. Él se acercó más. No pude evitar ponerme nerviosa.

- Siempre lo has sido -dijo en un susurro. Mi piel se erizó. No sabía por qué ese comentario me hizo sonrojar. Esperaba que no lo hubiera notado.

- Sí, pero no tanto como tu novia Rebeca -le dije, caminando rápidamente en dirección hacia la cabaña. No lo quería cerca.

- Ella no es mi novia, es solo una amiga -dijo, riéndose. Yo me detuve y volteé a verlo.

- Pues eso no fue lo que parecía cuando te vi en...

Ay, Dios mío, hablé de más. Iba a descubrir que lo espié por mi ventana. No podía ser...

- ¿Cuándo me viste en dónde? - Me preguntó con mucha curiosidad, una curiosidad fingida; lo sabía.

- Eh..., en ningún lugar -le dije, volteándome rápidamente. Él me haló por el brazo y me miró fijamente. Yo bajé la mirada.

- ¿Ajá? Eres mala mintiendo -susurró en mi oído. Un hormigueo recorrió mi cuerpo. ¿Por qué me hablaba así? Esa sonrisa tan sexy que tenía, sentía ganas de comérmelo. ¿Susan, qué te pasaba? ¡Tenías que controlar tus pensamientos!

- Eh... ¿Por qué estamos aquí?- Le pregunté, soltándome de su agarre. Cuando le pregunté eso, noté que sacó de su bolsillo una bufanda color rosa. Tenía una sonrisa pícara.

- ¿Para qué es eso?- Le pregunté, frunciendo el ceño.

- Para cubrir tus ojos, pero no por mucho - dijo, acercándose.

- Estás loco si crees que voy a poner eso en mis ojos - lo aparté con mis manos.

- ¿Qué tiene? Confía en mí, hermosa- dijo, riendo. No sabía por qué, pero había algo en su tono que me asustaba, pero me encantaba.

- ¿Y por qué tengo que confiar en ti?- Me crucé de brazos. Él se acercó a mis espaldas.

- Porque jamás te haría algo que no quisieras - me susurró al oído. Ya no lo resistía.

- Bien - respondí, cortante. Él puso la venda en mis ojos.

Iba caminando por un terreno pedregoso. Estaba nerviosa. ¿Para dónde me llevaría Derek?

Cuando pisé un suelo llano y liso, nos detuvimos. - ¿Ahora qué? - Escuché una puerta que se abría. Todo estaba en silencio hasta que logré escuchar lo que había en el interior de esa extraña cabaña.