Capítulo 11

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¡Eyy!

¿Cómo están? Yo muuuy feliz, la historia acaba de llegar a ¡1000 vistas!

Esta semana serán dos capítulos.

Un maratón.

Este capítulo se centra más en la familia de Lei, para que los conozcan mejor y entiendan ciertas cosillas en el futuro.

¿Es spoiler si digo eso? Yo creo que no, solo es como... una advertencia.

En fin, esperen el siguiente capítulo entre hoy y mañana.

¡Gracias por leer! Y no se olviden de comentar y votar.

♡♡♡♡

11

LEI

Me desperté antes de que el sol saliera y mentalmente agradecí a Matt por obligarme a dormir temprano. No recordaba si mamá había mencionado algún plan especial para la celebración, pero más valía estar lista para cualquier cosa que se le llegará a ocurrir.

Hice la cama, reemplacé el pijama por jeans y una blusa lila. Baje a la cocina y encontré a mamá preparando el desayuno. Eran panqueques exactamente iguales a los que yo preparaba en casa, bueno ahora si era un sábado habitual.

Los chicos tendrían que arreglárselas solos para conseguir su desayuno. A lo mejor y Matt se apiadaba de ellos y los alimentaba mientras yo estuviera fuera.

—Buenos días— dije detrás de ella.

Mamá soltó un respingo y se giró de golpe.

—¡Santo cielo! ¡Lei!— Se llevó una mano al corazón con una expresión de susto— No vuelvas a hacer eso.

—Perdón— me disculpé avergonzada.

—¿Qué haces despierta tan temprano?

Instintivamente, miré el reloj que estaba arriba de su cabeza, aunque ya sabía que hora sería.

—Es mi horario habitual— Me encogí de hombros.

—¿Y por qué no traes un suéter?— Se giró para mover los panqueques que quedaban en la sartén— Sube por uno, ahora mismo.

Abrí la boca y la cerré. Iba a explicarle que estaba bien así y que no tenía frío, pero sabía que no conseguiría nada y terminaría yendo por uno de cualquier manera.

Cuando regresé a la cocina usando un suéter tejido del mismo lila, mamá me indicó que la esperara en el salón.

De verdad intenté quedarme en el salón durante todo el tiempo posible. Primero miré televisión, que a esa hora solo sabían incomerciables de taladros y sartenes, revisé mi móvil, había unos mensajes de Jess y Jason preguntando sobre el viaje, los respondí, dejando para el final el mensaje de Buenos días de Matt, solo por el simple placer de leerlo un par de veces antes de responderlo. Después escuché música con los auriculares, hojeé unas revistas de farándula que estaban en la mesita de centro y mamá todavía no aparecía.

La casa estaba sumida en un silencio sepulcral que solo era interrumpido por sonidos de aves en el exterior, incluso no se escuchaba nada en la cocina. Todos dormían y yo me aburría cada segundo que pasaba encerrada ahí.

Decidí hacer una caminata y que los últimos vientos otoñales me despejaran. Salí por la puerta trasera cruzando el patio hasta el camino hacia el jardín.

Nuestras Flores Amarillas [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora