Capítulo 6

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¡Holaaaa! Estamos de vuelta.

¿Qué les ha parecido los capítulos anteriores?

A mi me encanta la perspectiva de Matt. ¿Les ha gustado?

En lo personal a partir de los siguientes capítulos están mis favoritos, ya verán las razones jeje. Procuraré subir un capítulo cada semana... o más, dependiento.

No sé olviden de votar y comentar, me muero por saber que piensan.

Disfruten, MAGI064 ♡♡♡

6

LEI

—Yo mantengo mi palabra— dijo Matt, mientras mordía el cono de su helado.

—Si, como cuando dijiste que no volverías a comer helado a esta hora— bromeé.

—Oye, deberías agradecerme que haya aceptado.

—Solo finges que no te gusta, pero te encanta tanto como a mí.

Me miró con los ojos entrecerrados.

—Vale, entonces vamos a mi casa— dije.

En lugar de deambular por todos los caminos que se podía, como lo hacíamos los fines de semana, salimos del parque.

Estaba tan enfocada en mi helado que olvidé mirar a ambos lados al cruzar, de no ser por la mano de Matt sujetándome por el brazo, hubiera quedado embarrada entre el cemento y los neumáticos de un carro.

—Gracias— dije continuando con mi helado.

—¿Gracias? ¡Casi te atropellan!— respondió, alarmado.

—Gracias por evitar que eso pasará— Le sonreí y él me miró como si hubiera perdido la cabeza.

Comenzó a negar con la cabeza reprobatoriamente y yo continúe caminando.

En el siguiente cruce, Matt me detuvo por el hombro.

—¿Qué pasa? Si no hay ningún coche— repliqué, mirando a ambos lados de la calle aunque solo era de un sentido.

—Te voy a enseñar a cruzar calles— informó, seriamente.

—Sí sé cruzar calles.

No era del todo cierto, pero nunca me habían atropellado entonces tampoco era del todo mentira.

—No, no es así. ¿Alguna vez alguien te enseñó?

—Mmm no..., pero no es como que necesito clases para eso.

—Mmm si..., si es como que necesitas clases— anunció tomando mi mano.

Quizás estás clases me comenzaban a gustar un poquitín más, ahora que tenía una excusa para que me tocará.

—Primero buscas el paso peatonal marcado en el piso— dijo y yo rodé los ojos— Cuando estés ahí debes voltear a ambos lados esperando que no...

—Me atropellen— concluí, burlona.

—Pon atención.

—Vale, señor instructor cruzador de calles— Él me dio una mirada acusatoria con las comisuras de sus labios intentando no curvarse— Con que me tires mi helado, no preparo panqueques para ti.

—Estoy intentando instruirte con un poco de preservación humana, ¿Puedes prestar atención?—pidió el muy engreído sabelotodo.

—Pues que sepas que eres un pésimo instructor.

Nuestras Flores Amarillas [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora