¡Eyy!
Más vale tarde que nunca, ¿no?
Disfruten♡♡♡♡
15
LEI
Salía al pasillo del cuarto de baño con las manos en mi cabello amarrando una coleta alta, cuando un ruido sordo en el otro extremo me hizo soltar un grito, tapando mi boca instintivamente. Mi grito fue respondido por la otra silueta, incluso más fuerte y agudo.
—¿Jess?— pregunté dudosa.
Estaba en una posición extraña, parecía que intentaba sostener la pared con todas sus fuerzas. Apenas era visible a través de la penumbra en la que nos encontrábamos inmersas.
—¿¿Jess??— replicó la voz de Jason, indignado.
—Oh, Jason— Ahora que lo miraba mejor, mientras me acercaba, era demasiado alto y musculoso para confundirlo con Jess, tal vez necesitaba hacer una visita al oculista.— ¿Qué haces?
En la cercanía pude ver que iba con la ropa del día anterior y con una pinta fatal. En realidad, no sostenía la pared, sino que lo único que parecía mantenerlo en pie era aquel soporte que había decidido emplear en la posición de un contorsionista de circo. Era evidente que no lo había decidido, fue la posición con la cual evitó caer.
Aquel sonido había sido directo en la pared donde debería estar pegada la almohada de Samuel, y él ni siquiera había salido a protestar. Si que tenía un sueño profundo.
—Podría preguntarte lo mismo, ¿qué haces despierta a esta hora?
—Voy a correr— respondí, ayudándolo a ponerse en una posición más racional y menos dolorosa.
—¿En la madrugada?— preguntó con incredulidad.
—Sabes que hora es, ¿verdad? Prácticamente, ya amaneció, han de ser cerca de las siete.
—¡Madre mía!
—El tiempo vuela cuando te diviertes, ¿eh?
Él se quedó muy quieto, tanto que temí que estuviera sufriendo un coma etílico o algo parecido. Pasaron unos segundos en los que quedé casi tan estática como él por la preocupación, hasta que despertó de su trance y comenzó a reírse en sonoras carcajadas.
Vale, sí que había sido una larga noche de alcohol.
Cubrí mi suspiro poniendo un dedo en mis labios para qué guardará silencio, y él me imitó con una sonrisita.
—Vamos, te llevaré a tu habitación— le dije, pasando su brazo por mis hombros para ayudarlo a ponerse de pie.
—No, vamos a correr.
—¿A correr? No estás en las condiciones necesarias.
—Preciosa, siempre estoy en las condiciones necesarias para ti.— Puse los ojos en blanco.
—Con condiciones necesarias me refiero a que ni siquiera has podido llegar a tu habitación por tu cuenta.— Comencé a arrastrarlo por el pasillo— Ya quisiera verte tratando de correr.
—Pues te vas a quedar con el ojo cuadrado.— Hizo ademán de hacer un sprint, pero terminó arrastrando los pies, y casi tirándome en el intento. Lo miré con mala cara y él fingió estar congelado.
Ya en su habitación, hice que se tumbara en su cama boca abajo y con la cabeza colgando a un lado donde coloque su papelera en caso de que vomitara, le ayudé a quitarse los zapatos y le puse su edredón encima.
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Nuestras Flores Amarillas [✓]
Roman d'amour¿Cómo un desconocido deja de serlo? ¿Enamorándose? Ir a la universidad es toda una aventura, para Lei eso significaría mudarse al otro lado del estado y dejar a su familia. Cambiar de su silenciosa habitación a una casa que parece ignorar aquel té...