¡Holaaa!
He vuelto y he aquí uno de mis capítulos favoritos.
Venía a disculparme por tardar tanto, pero comienzo a sospechar que soy puntual. En fin, ahora no tengo excusa para contarles lo difícil que es escribir con una mano fracturada.
Pero cuéntenme, ¿qué les pareció el capítulo anterior? ¿quieren arrancar algunas cabezas?¿extrañaron a nuestro engreído?
Les aseguró que esté capítulo es como recibir un abrazo... de Lynn.
¡No olviden comentar y votar!
MAGI064♡♡♡
14
LEI
Caminé durante más de una hora hacia la estación. Solo quería llegar al autobús para ponerme los audífonos y llorar hasta deshidratarme, seguramente no lo haría. Tenía un poco de consideración con los otros pasajeros. Un viaje de tres horas y que tuvieran que soportar mi llanto, no.
Sin embargo, mientras caminaba permití que algunas lágrimas salieran.
No quería llorar, así que apagué lo que sentía e intenté dejar de pensar en ello. Mis esfuerzos se veían nublados por la repetición constante de todas sus palabras, como una canción que me destrozaba cada vez que volvía al inicio.
Ni siquiera me había detenido a despedirme de mis hermanos o esperado a que papá llegará, y me lo reproché porque no quería que pensarán que me había molestado con ellos.
Dios, ¿Por qué no me despedí? No los vería, en quien sabe cuanto tiempo.
Al llegar a casa los llamaría para disculparme. Llamarlos ahora no resultaría nada bien, aunque lo mantenía bajo control seguía bastante alterada para hablar con alguien.
A pesar de haber perdido una hora de camino, seguía faltando para el medio día —la hora de partida del autobús—. Me senté en una banca cercana al ventanal, saqué los auriculares y en cuanto sonó la primera canción me entraron ganas de llorar, ni siquiera mi situación se identificaba con la canción.
Solo había una voz que quería oír.
—Matt— prácticamente sollocé en cuanto al otro lado de la línea se escuchó su respiración.
—Mi pequeña Lei— dijo con una voz suave— ¿Quieres que vaya por ti?
Me entraron ganas de llorar de nuevo, por lo mucho que lo quería y lo bien que me conocía.
—¿Vendrías por mí?— Sonreí muy a mi pesar.
—¿Tienes que preguntar? Llegó en... bueno, no sé donde estás exactamente.—Podía oír cómo se ponía en movimiento. Solté una risita, apartando unas lágrimas rebeldes.
—Ya estoy en la estación.
—Creí que salía hasta las doce.
—Y así es, me pareció que rodearme de desconocidos por unas horas sería interesante— Intenté sonar sarcástica.
—Lei, ¿Estás bien?— preguntó, preocupado.
—Si, solo quería escuchar tu voz— Pasé saliva intentando quitar el nudo en mi garganta.
—¿Quieres hablar de...?
—¿Y sí me cuentas de tu día?— Lo corté, en busca de una distracción.
Tardó unos segundos en responder, en los que creí que insistiría con saber que había pasado y yo no quería hablar de eso. Al menos no con él estando tan lejos para no poder abrazarme.
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Nuestras Flores Amarillas [✓]
Romansa¿Cómo un desconocido deja de serlo? ¿Enamorándose? Ir a la universidad es toda una aventura, para Lei eso significaría mudarse al otro lado del estado y dejar a su familia. Cambiar de su silenciosa habitación a una casa que parece ignorar aquel té...