Nuestras Flores Amarillas [✓]

Capítulo 10

Holaa, capítulo nuevo. Espero lo disfruten, no se olviden de comentar y votar.

MAGI064 ♡♡♡♡

10

LEI

Hacía ya dos meses me había marchado de esa ciudad para ir a la universidad pero yo lo sentía como eternidad, que solo me hacía entusiasmar aún más estar de vuelta.

En el momento que bajé con mi maleta en el hombro, pude ver a mi hermano y a mi madre buscando entre la gente. No me vieron hasta que estuve a su lado, mamá pegó un grito que hizo sobresaltar a unos cuantos que pasaban por su lado. Me rodeó en un abrazo de lo más cariñoso al cuál se unió Link.

—¿Qué tal la vida de universitaria?— bromeó cuando nos separamos.

Caminamos al lugar donde se habían estacionado. Cuando llegamos pude divisar un Civic gris que estaba bastante mal colocado, no salía de las líneas pero de haber otros autos a su lado sería imposible abrir cualquier puerta.

Mamá ahogó una exclamación al ver el auto.

—¿Cómo es posible que hayas dejado el auto así?

—Lo que en realidad me sorprende es que haya logrado estacionarme tan bien— respondió Link, abriendo las puertas.

Entramos y colocó la calefacción inmediatamente. Todavía no hacía el frío tan extremo que se acostumbraba, pero él invierno comenzaba a marcar el ambiente.

—Te dije que debías salir diez minutos antes. Si me hubieras hecho caso habrías tenido el tiempo suficiente para ...

Desconecte cuando mamá sobrepasó los tres minutos de reprimenda. Cuando se le pasó su pequeño enfado, enfocó su atención completamente en mí. Le conté ciertas cosas relacionadas con los chicos, la casa e incluso de Matt y los buenos amigos que éramos.

Aunque, de pronto, llamar a Matt de aquella forma, simplemente se sentía tan erróneo que me hizo querer buscar otro término para él. Creo que era consciente de que la palabra amigos no alcanzaba a definir nuestro tipo de... ¿conexión?

Intenté evadir en todo momento el tema de la universidad, pero era ciertamente inevitable y solo podía posponerlo.

—¿Qué tal tus clases?— preguntó mamá en un tono más cauteloso del que había usado antes.

Suspire silenciosamente, preparándome para lo que se avecinaba.

—Todo increíblemente bien— respondí, sonriendo forzadamente.

En realidad, todo sí iba increíblemente bien. Sin embargo, no importaba que dijera no iba a ser suficiente para convencerla.

Mamá comenzó a asentir lentamente, su semblante cambió un poco antes de volver a hablar.

—Ay, solecito. De verdad creo que no me parece la mejor de tus opciones. Pudiste estudiar cualquier otra cosa, con lo inteligente que eres. Estoy segura de que sí le hubieras hecho caso a Michael...

Aquel nombre fue la señal que necesitaba para interrumpirla antes de que continuará diciendo cosas que me arruinarían el humor por todo el fin de semana.

—Mamá, deberíamos dejar el tema para después ¿no crees?— La corté en una súplica silenciosa.

Por el momento hizo lo que le pedí, pero la conocía lo suficiente como para saber que la reanudaría en cualquier oportunidad que tuviera, sin importar que no fuera el lugar ni el tiempo adecuado.