¡Eyy, feliz navidad!
Lamentablemente no calcule bien las fechas así que la historia sigue cerca de noviembre. Igual este capítulo es uno de mis favoritos, pueden ver más de cerca la relación de los Blakleys.
En fin, feliz navidad hanukah o simplemente un 25 de diciembre.
MAGI064♡♡♡♡
30
MATT
Bajé las escaleras trotando mientras con una mano intentaba acomodar los molestos rulos.
Necesitaba un nuevo corte de pelo. Normalmente solía cortarlo apenas crecía un poco para que los rizos no llegarán a marcarse del todo.
Aunque, en realidad, era algo que había estado evitando. Me gustaba que Lei se tomará su tiempo intentando acomodarlos de todas las maneras, y como era una tarea imposible, tenía la oportunidad de admirarla de cerca durante largos períodos.
Salté desde el segundo escalón. Cuando me giré estuve a punto de arrollar a Kaya. Me puso mala cara y luego de oír secas disculpas de mi parte, sonrió con malicia.
—¿Por qué estás tan distraído? ¿Acaso estás enamorado?
—No molestes.— Era mi turno de poner mala cara.
—¿Molestar?¿Yo? Si ya sabes cómo soy—dijo con su habitual tono burlón— ¿Cómo se llama?
La última pregunta la lanzó tan rápido que me costó comprender a qué se refería antes de poder evadirla.
—¿Quién?
—El perro de la abuela— ironizó.
—Maxi— respondí con su mismo tono burlón.
Kaya soltó un suspiro de exasperación y rodó los ojos.
—¿Por qué no quieres decirme...?
—Se me hace tarde— la corté antes de que insistiera demasiado. En parte porque era verdad y en parte porque sabía que terminaría contándole todo sobre ella si insistía lo suficiente.
Cuando no estaba con ella, lo segundo que más disfrutaba era hablar de ella. Lo primero era pensar en ella.
Por dios, soy miserable.
La comencé a rodear para llegar a la puerta que tenía a su espalda pero me detuvo al paso que dí, con un dedo en mi pecho y una mirada acusatoria.
—¿Sabes? Es curioso que se te haga tarde...— Retrocedí instintivamente. No era que me intimidará, pero me sentía intimidado.— ... cuando corres solo. Tanta prisa para hacer esperar a nadie ¿eh?
Abrí la boca para replicar y la volví a cerrar.
No tenía una excusa.
Tendría que contarle de Lei. No era que no quisiera que supiera de su existencia, todo lo contrario. Quería hablarle a todo el mundo de ella, desde el primer día que habíamos cruzado palabra.
Pero tenía el miedo de que si se lo contaba a alguien, a cualquiera, desaparecería.
Y no tenía planeado arruinar eso, también.
Solté un gruñido de frustración.
—Te lo cuento luego—respondí, irritado. Vale, había sentido un poco de alivio por ello, pero jamás lo admitiría.— Ahora tengo que irme.
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Nuestras Flores Amarillas [✓]
Romance¿Cómo un desconocido deja de serlo? ¿Enamorándose? Ir a la universidad es toda una aventura, para Lei eso significaría mudarse al otro lado del estado y dejar a su familia. Cambiar de su silenciosa habitación a una casa que parece ignorar aquel té...