Nuestras Flores Amarillas [✓]

Capítulo 46

¡Ey!

Pueden encontrar la playlist en la primera parte del libro. Decidí que las playlists van al principio porque si no no te metes tanto en la historia, aunque lo decidí un poco tarde.

La pueden escuchar con el código de Spotify que les he dejado (publicidad no pagada)

¿Qué les puedo decir?

Amo este capítulo, pero siento que van a tener unas cuantas emociones diversas para el final.

No olviden comentar y votar, me ayudan muchísimo♡♡♡♡

46

LEI

Matt esperaba por mí recargado sobre la puerta del copiloto con su móvil en la mano, parecía que tenía algún tipo de radar porque aún no cruzaba la puerta de cristal cuando él ya me sonreía.

Guardó su móvil en la bolsa trasera de su pantalón y caminó a mi encuentro, besándome animadamente. Cuando nos separamos tenía una gran sonrisa y él plantó un beso en la punta de mi nariz.

—¿Qué tal estuvo este?— preguntó tomando mi mano y caminando de vuelta al auto.

—Easy peasy— sonreí.

Matt se detuvo frente a la puerta del copiloto y metió su cabeza por la ventana que estaba abierta.

—Te he traído algo— dijo sacando sus manos que sostenían dos pequeños vasitos.

Lo miré extrañada hasta que logré enfocar mejor los vasos. No, no eran vasos. Eran macetas.

Eran macetas con plantas amarillas, me las entregó con una sonrisa y yo no podía de felicidad. Eran hermosas, una era un kalanchoe y la otra una mandevilla.

—No debiste— dije sin poder dejarlas de examinarlas— Son preciosas.

—Lo sé, considéralo como un regalo de felicitaciones por tus certificaciones— Me acerqué y planté un beso en sus labios con cuidado de no maltratar mis nuevas plantas.—Esa se llama Mandevilla— señaló— simboliza la superación ante ciertas adversidades y sentí que encajaba...

Por dios, lo amaba tanto.

Lo sabía. Lo supe hace tanto tiempo. Lo amaba y moría por decírselo, pero cuando abrí la boca salió:

—¿Y la kalanchoe? ¿Qué significa?

Matt rio.

—Tengo mis sospechas de que es una planta medicinal, pero podemos decir que es mi eterno amor hacia ti.

No tenía idea de porque siempre que estaba muy feliz tenía la tendencia a llorar. No era un llanto incontrolable ni nada por el estilo, solo eran mis grandes sentimientos en pequeñas lágrimas.

Parecía que Matt se había acostumbrado a ellas, porque sonrió y besó donde mi lágrima escurría. Es que no podía expresar mis sentimientos de otra forma, y yo era realmente feliz y Matt sabía que era él quién me hacía extremadamente feliz.

🎕

Matt me dejó en casa. Tenía que hacer un trabajo para sus clases y aseguró que haría todo lo posible por regresar.

Subí a mi habitación y me preparé para mi clase con Sandra y Aaron.

Al terminar era tarde y moría de hambre.