Capítulo 15- Primera Incursión

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Shion sobrevolaba el bosque, las fuerzas humanas, seguían apostadas en las salidas principales, sus asentamientos se habían vuelto permanentes, cada semana, los hombres eran reemplazados.
Se había reunido con la joven hechicera y los lobos. Aún se estremecía al recordar lo territorial que era esa pequeña pelirosa con sus compañeros.

La jefa de ala, de los cambiaformas aves, tenía una belleza sin igual, sus ojos claros de color lavanda eran algo hipnótico, el sedoso pelo rubio largo, le llegaba más allá de su cintura. Siempre vestía un corsé blanco, con una chaqueta de color amarillo mostaza que le quedaba un poco grande, ya que había pertenecido a Miroku, su madre, quién había sido colgada hace años en la entrada del Este, para ella era un símbolo de protección, su madre desde donde estuviera, la seguía cuidando, los pantalones de color rojo, se abrazaban a sus largas piernas. Era una mujer bella, fuerte y leal. Entendía muy bien los celos que despertaba en  la joven pelirosa, pero no tenía por qué tener, sus lobos estaban completamente enamorados. Y Shion, sabía que su corazón pertenecía a un joven guerrero de ojos azules que un día tendría su vida en sus manos.

La zona estaba despejada, uno de los guardias, orinaba tras los árboles, la extensión de bosque rodeado por tierras humanas, estaba delimitado por una sutil barrera de niebla, más allá, los árboles y la vegetación estaban despejadas, había unos cien metros de plantas, antes de que la niebla se volviera espesa y la tierra rechazara a cualquiera que considerará una amenaza. Más allá el paisaje se empezaba a llenar de granjas, pueblos y más allá ciudades.
Cuatro grandes reinos, alrededor de un inmenso Bosque. Bajo este, una antigua ciudad que alguna vez fue el centro, desde donde el antepasado del Rey y una Diosa, habían gobernado el mundo.

Ahora esa ciudad era un mito, sus ruinas estaban muy profundo y llenas de muerte. El sucesor del trono, se hacía poderoso, escondido tras los muros de su nuevo Castillo en el sur.

La cambiaforma de águila, se aseguró de que él guardia regresará a su puesto, antes de dar aviso a la hechicera.

El tiempo que les llevo extender los túneles subterráneos, Sakura lo utilizó para desarrollar cada vez más todo su poder. Ya sabía levantar escudos para protegerse, convocar diferentes aspectos para parecerse a otra persona, había jugado con sus lobos, tan efectivo era su camuflaje, que había podido confundirlos por unos breves momentos. Eso para ella era más que suficiente, si podía engañar a sus compañeros, podía hacerlo con quién sea.

Su boca formó una trémula sonrisa al recordar el rostro de Shisui estupefacto cuando fingiendo ser Itachi, se acercó y lo beso. Los demás hermanos habían gruñido su sorpresa. Y cuando cambió y fue ella misma, la habían castigado dulcemente por su engaño.

—Necesitaras apoyó, no es seguro que vayas sola.— insistió Madara una vez más. Se negaba rotundamente a dejar que su mujer se expusiera se esa manera.

—No. Lo siento, pero no.— Sentenció Sakura.

— Nena, no me pidas que me quedé esperando un aviso.

—Puedo protegerme perfectamente bien sola. No pienso exponerme.

— Hijo, el plan es seguro.— intervino Orochimaru.

— Entonces, ¿mientras mí mujer arriesga el cuello, me siento a esperar?— Madara, bajo el puño con fuerza y dió un golpe seco contra el tronco del árbol donde estaba apoyado.

— Sola estoy más segura, menos riesgos. Sólo tengo que darles la señal y ustedes sacarán a todos los nuestros de la ciudad.

— Diablos.— se quejó el Alfa.

— Ella va a pasar desapercibida, entrar y salir, sin riesgos.— soltó Shisui.

—Sera mejor que tengas cuidado Luna. No podremos soportar que algo malo te suceda.— Gruñó Sasuke.

Revenge- Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora