Revenge- Saku-harén 🔞

44- Última esperanza.

Los lobos corrían tras su luna, aullidos llenaban el castillo mientras la perseguían.
Ella era rápida, para ser una pequeña humana.

Madara sabía que Saku, corría tras su tío. La sed de venganza era un aroma dulce que se colaba por su hocico, mezclado con el perfume natural de su piel. Aquella que había echado tanto de menos.

Su lobo era una bestia enorme de pelo negro y ojos rojos.

Cuando invadieron la sala del trono. No podían entender lo que estaban viendo.

Unos cincuenta guardias flotaban, el mismo Rey estaba en el aire, junto a docenas de cambiaformas.

Sakura, el usurpador, estaban sobre el suelo, rodeados de una bruma oscura.

Itachi cambio de inmediato.
—¡Padreee!— gimió al ver que su padre colgaba laxo, suspendido en el aire. Un chorro de sangre caía al suelo.— ¡SAKURAAA!— Gritó desesperado.

Los demás hermanos cambiaron junto a él.

—¿¡Qué sucede con ella!? — suplicó Shisui.

—La oscuridad absorbió su mente.— gruñó Izuna.

—¡Noooo! ¡NOOO! ¡NO DIGAS ESO!— sollozo Sasuke dándole un fuerte empujón a su hermano.

Obito fue más audaz, intentando llegar a ella, pero Madara lo detuvo a centímetros de la bruma negra que se agitaba entre su luna y ellos.

—Hay que bajar a papá. Esta herido. Necesitamos curarlo y ponerlo a salvo.— ordenó a sus hermanos.

Itachi tiró de la túnica ensangrentada de Orochimaru y su cuerpo descendió lento.
Tenía una daga clavada en el omóplato.
La herida parecía mortal.

—Usa mí sangre.— gimió. Las palabras salieron entre cortadas.

—Papá, vas a estar bien. Vamos a llevarte con mamá y ella te va a dar una regañina.— afirmaba Shisui, arrodillado junto al cuerpo del hombre que los había cuidado y criado. Las lágrimas corrían por su rostro mientras se esforzaba por sonar seguro y tranquilo.

Obito, detuvo el leve temblor en las manos de su hermano. Y apoyo su cabeza en el hombro de Shisui.

—Hice un... Un hechi...— jadeaba el brujo.

—Shhh, papá, necesitas guardar fuerzas.— interrumpió Izuna.

—¿¡Un qué papá!?— le cortó Sasuke, poniéndose entre sus hermanos y su padre.

—Sasuke, déjalo. No sobrevivirá si no guarda su fuerza.— lo cortó Itachi.

Madara, analizaba las palabras de su padre. Era el mayor y el que más había estado a su lado.
Tenía un mínimo entendimiento de la magia.

—"Hechizo de lazo"— gruñó y se dejó caer de rodillas sujetando a su padre por el cuello de la camisa.

Los demás le miraban sin comprender.

— ¡MADARA DETENTE! ESTÁ SANGRANDO DEMASIADO. — Gritó Itachi.

—¿Por qué lo hiciste?— gruñó lleno de ira.
Los ojos de Madara eran rojos, su bestia tenia el control.

—Lazo de sangre, ¡la unió a él para llegar a ella dentro de la oscuridad!— reclamó Sasuke, comprendiendo lo que su hermano mayor ya había adivinado.

— ¡Papá nooo!— se quejó Obito.

—No pue... Yo... No... Ustedes son— tomó una larga bocanada de aire— mis hijos— sollozo.— todos ustedessss— arrastró las palabras.