Capítulo 21- Ayuda inesperada

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—Estamos jodidos...— La voz de Sakura, era apenas un murmullo. Había seguido las indicaciones de su padre hasta un oscuro túnel que se achicaba, y por el cuál sería muy difícil pasar.

—Ese lenguaje no es propio de una princesa.— Dijo el saco de huesos a su lado. Cuando ella giró para decirle unas cuantas verdades, pudo ver qué las comisuras de sus labios se alzaban, y unas arrugas se formaban al rededor de sus ojos. Él estaba bromeando con ella.
Sin saber como responder, se limitó a inspeccionar el túnel.
No había ruido de guardias buscándolos, lo cual era, sin dudas, algo muy bueno.
Aún así, el rey no iba a dejar que ellos salieran tan fácil de sus dominios.

>>Como los cangrejos.— soltó su desvalido padre.

—¿Podrás?— cuestionó, tratando de no herir su orgullo. El hombre, había pasado por mucho.
Aún trataba de asimilar que estuviera, jodidamente vivo.

Él avanzó primero, dando pequeños pasos de costado, luego ella lo siguió, el estrecho túnel, parecía una gran grieta.

—Jugaba aquí de niño. Creo que en ese tiempo era más fácil escabullirse por aquí. — reconoció a mitad de camino.

— Debes pesar lo mismo que en ese entonces.— soltó ella, entre indignada y furiosa.

Él no respondió, al fin y al cabo,  no era una pregunta.
El clima se ponía cada vez más tensó, cuando intentaba entablar una conversación con ella.

La grieta se hizo aún más estrecha, antes de desembocar en una gruta subterránea.

El ruido de agua cayendo en algún sitio, atrajo a ambos fugitivos. Había una pequeña fuente natural, no era profunda, pero estaba limpia, seguro conectaba de forma subterránea con el río que bordeaba el Reino, y estaba detrás del castillo.

Ambos se refrescaron y bebieron con ansiedad.

—Necesito descansar, será solo un momento— reconoció Kakashi.

Sakura, asintió y se puso a trabajar en algunas guardas y  barreras de protección.

Tenía que mantener su presencia indetectable. Estaba segura que su tío los buscaría hasta debajo de las rocas.

Una vez que terminó. Se acercó a su padre.

—¿Estás herido?— hizo un repaso por su delgado cuerpo.
Las cadenas habían marcado los tobillos y las muñecas.
Ella uso su poder de curación para sanar los cortes.

—Magia sanadora— murmuró su padre con admiración.

—Si. Bueno, es una de mis tantas cualidades.— Mascullo.
Sus miradas se cruzaron y él suspiró.
—Te pareces tanto a tu madre.— dijo con los ojos velados.

—Necesitamos salir de aquí. Dime por dónde.— le cortó ella. Sin ánimo para revolver el pasado.

Kakashi ajusto la vista, en la oscuridad de la gruta dónde estaban, el techo no era alto, la luz de la luna se colaba por unas pequeñas ranuras en una esquina. Dando apenas un indicio del tiempo.

—Debe haber una escalinata de piedra, lleva fuera de los jardines, dentro del panteón familiar. La piedra es muy pesada, nunca salía por ahí de pequeño, regresaba y subía por el acceso de la oficina de mí padre. Jamás le dije a mí hermano sobre este lugar. Minato, él... Nunca iba al panteón.

—¿Tú si? — cuestionó Saku, mientras recorría los muros de piedra cubiertos por  enredaderas y raíces, buscando la escalinata.

—Me hacía bien, sentarme en el panteón, meditar. La presencia de mis padres, se podía sentir ahí.— dijo perdido en sus recuerdos.

Revenge- Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora