Capítulo 33- Cambio de planes.

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Tsunade, abandonó la habitación donde el Rey descansaba, al regresar a la sala, todos la miraban expectantes,
Kakashi, se había desvanecido, poco después de que los rescatarán. Una de las flechas lanzadas por los guardias que les perseguían, había impactado en su costado. La pérdida de sangre lo llevo a quedar inconsciente antes de que llegarán a la seguridad del bosque.

Hayate, no dejó de conducir la carreta, hasta que Orochimaru, y su mujer habían aparecido. El ex guardia, estaba temblando y asustado, luego de ver a los enormes lobos furiosos matar a los hombres que les perseguían.
Solo los caballos habían sido perdonados de la irá de la manada.

La bruja sanadora se sentó sobre las piernas de su compañero y suspiró cansada.
Cerrar la herida, y detener la hemorragia, había consumido casi toda su fuerza, pálida y con el corazón destruido de pena, pues sabía que su pequeña estaba en poder del enemigo, se quedó en silencio, mirando la nada. Orochimaru, le acariciaba suavemente la espalda. Nadie se atrevía a decir nada. El dolor, la rabia y mucha amargura inundaban el ambiente.

Hayate, fue quien rompió el pesado silencio que se había instalado.
—¿El Rey estará bien?— cuestionó sin disimular la angustia en su voz. Muchas personas en los reinos humanos necesitaban que Kakashi vuelva, era el verdadero Rey, y solo él podía restaurar todo el daño que su hermano y los Lores habían causado por más de veinte años.
No podían perderlo ahora que lo habían recuperado.

—No es él quién nos preocupa. — Gruñó Madara a su espalda. El pobre hombre se tensó y contuvo la respiración. El lobo alfa estaba demasiado cabreado.

Hayate también se sentía furioso por la emboscada que les habían tendido. Y por perder a la princesa en el proceso, pero entendía que Madara y sus hermanos, al tener una estrecha relación con la princesa, estuvieran deseando desgarrar gargantas a diestra y siniestra, con tal de recuperarla.

—No deberías preocuparte por ella. Él no podrá hacerle nada.— Dijo Anko con una seguridad que nadie comprendía.
Todos los presentes conocían el alcance de la maldad de Minato.
Y ahora Sakura estaba en su poder. Era completamente lógico que sus compañeros estuvieran al borde de un ataque de nervios y llenos de ira.

—Pareces muy segura bruja.— gruñó Obito quien se paseaba de un lado a otro de la sala, tratando de controlar su temperamento.

—Kabuto, me dejó muchas de sus notas. Él conocía a la princesa, sabía sobre sus dones. Incluso cuando era un bebé, podía levantar muros de contención para protegerse. Su tío nunca pudo llegar a ella por más que intentó matarla.

—¿Por qué Kabuto, investigaba a nuestra mujer?— reclamó Shisui.

Anko alzó una ceja y chasqueo la lengua.
—Nosotros cazamos a los rebeldes. Los brujos oscuros. Kabuto, se infiltró en el Castillo cuando Minato, estaba llevando a cabo las más grandes masacres contra los nuestros, en esa época el Rey estaba deprimido por la pérdida de la Reina. Queríamos detener a los hechiceros oscuros. No sabíamos si la princesa era una bruja mala, o una buena.

—¿Iban a matarla? ¡Era un bebé!— gruño Madara.

—Pero Kakashi, confiaba en ustedes, el quería detener a su hermano.— Izuna sonaba horrorizado. — si el padre de Sakura, había permitido que la matarán, no le daría un segundo más de vida. Él mismo iba a entrar en su habitación y desgarrar su garganta.

— Kabuto, trabajaba en secreto para el clan, su padre nunca supo el alcance de los poderes de su hija.— soltó Anko.

Los lobos estaban a punto de saltar sobre la bruja. Indignados y furiosos.

—Hicimos cosas de las que no me enorgullezco hijo. Detener el avance de la oscuridad sobre el mundo era nuestra principal tarea. Kakashi, fue quien se puso en contacto con Kabuto, era un embajador de nuestro pueblo.— explicó Orochimaru.

Anko, interrumpió afirmando:
—Kabuto, era el más fuerte de nosotros, pero ni siquiera el pudo acercarse a la princesa. Ella está protegida por la misma diosa. Y su luz brilla más fuerte que cualquier sombra que intente apagarla. Los cambiaformas no pueden entenderlo.— la mujer chasqueo la lengua. Sonaba tan segura que los lobos querían creerle,  pero sus instintos estaban demasiado alterados al saber que su compañera corría peligro.

Izuna era el más próximo a la puerta de entrada, soltó un suave gruñido que sus hermanos interpretaron enseguida. Alguien se acercaba. Los lobos olfatearon y sus posturas se relajaron.

Konan, Nagato y Yahiko, entraron un momento más tarde, cubiertos de tierra.

—El extremo volvió a colapsar.
Las Águilas están ayudando a sacar la tierra. Creamos un nuevo acceso en el límite del bosque es lo más cerca que podemos ir sin mostrar nuestros planes.— afirmó ella.

Nagato suspiró. —Los terrenos fuera del bosque son demasiado inestables. Su magia no responde de la misma manera.— explicó.

—No podemos detenernos ahora. Sakura está en la ciudad, hay que terminar los túneles hasta dar con las mazmorras bajo el castillo.— se quejó Itachi.

—Son demasiados kilómetros. No tenemos forma de estabilizar los túneles, colapsan y aplastaran a quién sea que esté dentro. ¡Mira nuestro maldito estado! ¡Sigo escupiendo tierra!— reclamó Yahiko.

—Hay planos que indican que los   túneles bajo el castillo, llegan casi hasta la entrada de la ciudad, solo debemos cavar para acercarnos lo suficiente a una de esas líneas.— insistió Itachi. Confiaba en su propio plan.

Nagato negó.
—Deberíamos empezar a pensar en una ofensiva frontal. Reunir fuerzas. Y empezar a recuperar las aldeas.

—Las personas nos temen. No van a aceptarnos en sus tierras, los guardias van a matarnos en cuánto nos vean fuera del bosque. — afirmó Sasuke.

—Si Minato reúne a sus Lores, tendrá más fuerza contra los cambiafornas. Incluso podrían atacar el bosque.— planteó Itachi. 

—Nos sitiaron por meses, sin poner un pie dentro de nuestras tierras. Y ustedes seis acabaron con todos los guardias apostados fuera de nuestra frontera en pocos minutos.— Yahiko resopló molesto. — uno solo de nosotros vale por diez o doce de ellos.

—Somos menos, pero somos más fuertes— afirmó Madara, reconociendo la línea de pensamiento que tenía el trío recién llegado.

Itachi dudaba, rehusando abandonar su plan inicial.

—Alguien pensó en los rehenes que tiene Minato en sus mazmorras. Si atacamos la ciudad, podría ordenar que los maten solo por venganza.

— Entonces no le demos tiempo. — una voz ronca sonó desde el pasillo que llevaba a las habitaciones.
Kakashi estaba de pie, débil pero la decisión brillaba en sus ojos.
Se tambaleó, si cuerpo aún débil.  Luego de años de torturas y con una herida resiente.

Obito fue el más rápido y se acercó para prestar apoyó.
—Usted no debería estar de pie— le gruñó. Kakashi achicó sus ojos y miró con sorpresa al hombre que lo sostenía amablemente, pero acababa de gruñirle.

— Cambiaforma— soltó asombrado.

—Lobo— gruñó Obito, nuevamente.

—Mi Rey, necesita recuperarse. — Hatake, se puso de pie, nervioso mientras se acercaba a Kakashi.

—Ante todo, necesito recuperar a mi hija, y salvar a mí reino. No hay tiempo para descansar. Conozco a mí hermano. Y hay muchas formas de entrar a la ciudad y al Castillo.





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¡¡¡¡¡Cuánta tensión!!!!!

Me encantó este capítulo.
Espero que a ustedes también.
Ya quiero que los lobitos se coman unos cuantos guardias y tomen el castillo. Rescaten a Saku y recuperen el reino. 😅🤭♥️♥️♥️♥️ Cuando lo digo así parece fácil. Pero es mucho por escribir y mí deseo de matar personajes no está satisfecho. La guerra será intensa 😈🔥😈😈🔥😈🔥😈🔥😈

👑Reina Arcoiris 🌈





Revenge- Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora