35- Mí vida en tus manos.

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Las bandadas atacaron a los guardias y las personas que se apilaban frente al espantoso escenario en la plaza.

Los gritos se hicieron ensordecedores, mientras las aves se lanzaban sobre los guardias, picoteando y rasgando.

Un grupo se puso en formación, para defender al Rey del ataque, mientras intentaban llegar a las escalinatas y regresar al Castillo.
En el revuelto de picos, plumas y gritos, Sakura, se deshizo de las ataduras que mantenían cautivo al pequeño niño cambiaformas.
Si tío estaba demasiado preocupado por el mismo en ese momento.
Era tentador correr con el pequeño y alejarse de todo. Salvarse y salvarlo.

Uno de los guardias degolló al cambiaformas de ciervo en plena transformación, antes de que intentará atacarlo. Sakura vió con horror como caía, en un charco de sangre y extremidades deformes.
El pequeño ahogo un gemido y se aferró a su capa. Ella le sostuvo ocultando su rostro bañado en lágrimas.

Los ciervos eran una especie sumisa por naturaleza. Pero éste, tenía familia, una que había sido capturada con él y eso lo volvía feroz en su deseo de cuidar a los suyos.

El dolor quemó en la garganta de Sakura.
Uso su magia para empujar el mismo puñal en la garganta del guardia.

Los tigres gruñeron y atacaron al ver a su compañero de cautiverio, desangrarse frente a sus ojos, sin embargo, sus débiles cuerpos maltratados no eran rivales contra los guardias reales.

—¡Regresen a las mazmorras! — ordenó Ibiki. Luego de dejar inconsciente a uno de los prisioneros, con un fuerte golpe en la sien. Dos guardias arrastraron el cuerpo de regreso al infierno. El otro cambiaformas, dejó de pelear al ver cómo se llevaban a su amigo.

Hermano... Eso eran, Sakura lo vio, en los ojos del tigre. El feroz deseo que brillaba en sus ojos.
Eran hermanos. No tenía dudas, esa era la misma mirada que veía en los ojos de Madara, Itachi, Shisui, Obito, Sasuke e Izuna. Hermanos que se dejaron someter para salvar la vida del otro.

Su determinación para rescatar a cada ser vivo bajo ese maldito castillo, se hizo aún más fuerte.

El Rey, tiró de la soga con la que mantenía al pequeño, pero la misma se sintió demasiado floja.
Cuando miró hacía el extremo donde debía estar sujeto el niño, no había nada. Sus ojos lanzaban llamas miéntras escudriñaba buscando a Sakura.
Ella no estaba lejos, el bastardo de Kushina estaba con ella.
Los guardias alzaban sus espadas para protegerlo y trataban de acabar con las enloquecidas aves.

Naruto, levantó su escudo y cubrió a la princesa, bajo su capa, se escondía el niño, temblando de miedo.
Su padre había sido dejado en el calabozo, mientras que su madre, forcejeaba con el guardia que la retenía para alcanzar a su cachorro.

Shion, quería sacarle los ojos al rey, pero era imposible acercarse, había escuchado que llamaban a los refuerzos, arqueros se presentarían en poco tiempo, voló cerca de la extraña figura encapuchada y tiró del gorro, descubriendo el rosado cabello de la princesa.

Sakura, miró al águila con reconocimiento.
—Vuela, diles que estoy bien. Haré lo que sea para liberar a todos. No dejes que te atrapen.— le ordenó. El águila hizo un chirrido antes de alejarse.

Las guardias reales de Lord Hyuga y Lord Sabaku, no habían llegado, Minato, estaba furioso, la misiva que mandó, les había ordenado presentarse ese día.
Lo que no sabía el rey era que sus Lores y toda la comitiva, se encontraban retenidas fuera de la ciudad, dónde los túneles cavados por las manadas, se habían derrumbado y tragado la mitad de los carros y caballos.

Los lobos, junto a un centenar de cambiaformas reunidos por Orochimaru y el clan, avanzaban hacia la ciudad, sin más armas que sus afilados dientes.

Cada uno de ellos valía por más de diez guardias. Y lo habían demostrado, acabando sin bajas, con las tropas de ambos Lores.

Hyuga y Sabaku, eran prisioneros de Isaribi.
La bruja no tendría piedad.

Naruto, se cubría de los ataques de las aves. Lo único que pensaba era en ayudar a la princesa a escapar. Tenía que corregir su terrible error.

—Tengo que sacarte de aquí.— Murmuró en el oído de Sakura,
Minato, se aproximaba a ellos, furioso.

—Llevate a la mujer y el niño. Yo puedo cuidarme.— respondió sin dudar. No podía irse y abandonar a los demás. Cuando saliera de ese castillo, sería con la frente en alto y su pueblo a su espalda. Además llevaría la cabeza de Minato en sus manos. No concebía la idea de irse huyendo como una cobarde.

El viento sopló fuerte mientras ella soltaba la poca magia que tenía en la ciudad, su tío se tambaleó y cubrió sus ojos del polvo que se levantaba.

—¡No te atrevas Sakura!— gritó el rey.

—¡AHORA!— respondió la princesa, empujando al pequeño a los brazos de Naruto.

El guardia que retenía a su madre, estalló, de la misma forma que había estallado aquel hombre en la granja. Su casco y armadura cayeron al suelo, mientras una lluvia de sangre baño a los que estaban más cerca.

Ibiki, trato de alcanzar a Sakura, pero rebotó en un campo de fuerza, su trasero golpeó contra otros dos guardias que cayeron torpemente.

—¡Detente ahora Sakura! O voy a ordenar que azoten a todos los que están en mí poder, sin descansó.— bramo el rey.

Sakura contuvo su poder. Mirando con odio a su tío.

La sonrisa de Minato se ensanchó y luego escupió lleno de arrogancia: — Levanta un campo de fuerza que nos proteja mientras regresamos al Castillo.

Quería resistirse, pero no podía.

—Dejarás a los prisioneros en paz— ordenó.
Su tío alzó una ceja y chasqueo la lengua.

—Harás lo que ordenó sin condiciones o no solo voy a azotar a esas bestias. Mataré a cada mujer y niño que haya entre ellos.

Sakura canalizó su poder y dos guardias más estallaron junto a Minato.
Por más que trataba de hacer estallar a su tío, la magia oscura lo protegía.

>>Solo por eso, voy a azotar los durante toda la noche. Sus gritos serán las nanas que podrás oír para dormir.

Fue el turno de ella de apretar los dientes furiosa.
Las aves empezaron a rebotar contra un muro invisible.
Minato soltó una carcajada. Satisfecho con el poder que ejercía sobre su sobrina.

Empezó a caminar libremente hacía el castillo. Sakura lo siguió, junto con los guardias que miraban asombrados como las aves intentaban llegar a ellos pero no lo conseguían.

Al menos la mujer y el niño habían escapado.
Esperaba que Naruto los pusiera a salvo.



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Ayyy pobre Saku.
😭💔

Revenge- Saku-harén 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora