Prólogo.

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¿Quién no se ha proyectado en la vida de los demás por lo menos una vez en su vida?

¿Cuántas veces no deseaste estar en el lugar de alguien más?

—¡Estás loca! Eso pasa contigo.

—¡¿Loca yo?! ¡No es mi culpa que no sepas amar! —le informo señalándole.

—¿Que yo no sé amar? —se ríe.— La diferencia entre tú y yo es que yo no me proyecto en los demás como tú, loca obsesionada.

Las almas gemelas...

El internet define al alma gemela como aquella persona con quien se tiene un sentimiento de afinidad profunda o natural.​ 

Y toda mi vida había soñado con encontrarla y vivir un romance eterno con la persona a la que voy a llamar mi alma gemela.

—Sí... Es ridículo. —arruga el papel.— No estamos en el cuento de hadas traído desde Disney.

—No, eso ya me queda claro. —beso su mejilla.— ¿Me das un beso?

—Tienes que entender que las almas gemelas y esas cosas que se inventan del amor no existen. —lleva su mano a mi cuello atrayéndome hacia sí mismo.— El amor no es más que una estrategia comercial que te lo venden en todas las fechas festivas.

—Ya te dije que lo que tú piensas no me importa. Estoy contigo mientras encuentro a mi alma gemela.

—Que bien, así no lloras el día que me vaya.

Pero a la vez, toda mi vida me había tocado ser el personaje secundario al que nunca le llega un romance épico sacado de telenovela.

No sé si era cuestión de suerte, belleza o qué sé yo. Solo sabía que en el momento en el que ellos entraron a mi vida, estaba lista para vivir el más caótico romance... Desde las sombras.

—Y sigues proyectándote en los demás. —se deja caer a mi lado.— Patético.

—Más patético es pensar que porque tú no eres capaz de amar, el resto tampoco lo es. —golpeo su brazo.— Ellos se aman.

—Si... Se nota.

—No opines si no sabes lo que se siente.

—Yo solamente veo como te dejas consumir por un romance que no te pertenece. —se acerca a mi oído.— Cuando podrías estar escribiendo el tuyo... Entre las sábanas.

Sabía perfectamente que ella era la protagonista perfecta.

Y él... Él era el amor de su vida. Su alma gemela.

Estaba tan feliz por ellos que había tenido el deseo de vivir el romance desde la comodidad de mi soltería.

—Te voy a dar dos opciones. —camino por la habitación.— Una le pertenecerá al amor de tu vida y la otra a tu alma gemela, el que más puntos junte, es el que te conviene.

—Karol, el amor no funciona así.

—Amiga, cuando dos chicos se pelean por ti, lo que menos importa es la funcionalidad del amor. —me encojo de hombros.— ¿Quieres saber o no?

—¿Pero segura que va a funcionar?

—Tú confía en mí, por supuesto que va a funcionar.

¿Cuál era el problema entonces?

El problema era él...

El idiota que entró a mi vida intentando darme lecciones de vida. El terco que quería convencerse a sí mismo de que las almas gemelas no existen...

¡Llámale!

—¡¿Qué?! Por supuesto que no, ¿Te volviste loca? —me dejo caer en la cama.

—Solo quiero comprobar mi teoría. —sujeta mis manos.— Si abandona todo y corre por ti, es porque el idiota se ha enamorado.

—¿Y si no viene?

—Entonces sabrás que tienes que irte antes de que termines llorando por el imbécil que no cree en el amor. —rueda los ojos.— Que vintage.

Estaba harta de él.

Quería darle una lección.

Quería que supiera que las almas gemelas sí existen...

—¡Sí! Me gustas, me vuelves loco, me encantas... —se acerca rozando su nariz en mi cuello.— Eres mi adicción más placentera.

—Y aún así...

—No me gustas lo suficiente como para abandonar la comodidad en la que solo entré...

Pero terminamos siendo tan solo dos almas que no son gemelas.

Y que se lastiman en el proceso....

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Y buenooooo
Bienvenidas a esta su historia favorita (vamos a fingir que sí)
La Karito (y ustedes) se van a reflejar en todos los romances de esta novela. Menos en el suyo propio ;)

No quiero decir mucho, solo que disfruten esto y que no juzguen, solo lean y ya está, amiguis ;) Ya saben que sus dudas se van a responder por instagram. Vayan y pregunten lo que quieran que estaré dando premios a las mejores preguntas y a las más locas teorías.

—Luggarollove 🌻

Almas Que No Son Gemelas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora