Multiverse [OS multifandom]

Chica en llamas. Peeta Mellark ✓

Corrí hacia el bosque escapando de los tributos. Había conseguido cogerme dos puñales, un cuchillo, un hacha y una mochila con lo necesario para sobrevivir estos días. Llegué a un árbol y escalé lo más rápido que pude. Vi a Cato y Clove corriendo justo debajo mía.

-Vale, Cassiopea, no pasa nada. Solo tienes que esperar que se maten entre ellos.- murmuré para mí misma.

-No hagas ruido.- oí al alguien y asustada, saqué los puñales. Vi a una niña de unos doce años, morena, la había visto robando cosas a Cato durante los entrenamientos.

-¿Quién eres? ¿De qué distrito vienes?- pregunté.

-Soy Rue, vengo del distrito 11.

-¿Cuántos años tienes?

-Doce.

-Dios mío...- murmuré.

-No pasa nada. Sabía que esto podría pasar.

-Soy Cassiopea Everdeen.- dije.- Distrito 12.

-Lo sé, la Chica en llamas. ¿Dónde está Peeta?- caí en la cuenta de que no sabía donde estaba el panadero.

-Tengo que encontrarle.- murmuré.

-Tranquilízate, Chica en llamas, está bien. No ha habido ningún muerto todavía.- sonó el primer cañonazo.

-Tengo que ir a por él... No puedo dejarle solo.- bajé del árbol. Rue lo hizo conmigo.

-Ten cuidado, Chica en llamas.- le sonreí, me recordaba tanto a Prim que me dolió verla teniendo que competir por su vida.

-Toma, protégete.- le di el hacha y el cuchillo.- No te fíes de nadie. Solo de ti misma.

-Una última cosa, Chica en llamas... ¿Porqué te ofreciste voluntaria?

-Por amor a alguien como tú. Quería proteger a mis hermanas de la gente como el Capitolio. No quería que se convirtieran en sus monos de feria.

Me despedí de Rue y ella subió de nuevo al árbol. Yo volví a correr buscando a Peeta, me sentía en la obligación de hacerlo, después de todo, era la única persona que podía llamar amigo del Distrito 12.

Decidí acampar al caer la noche, pero no me dormí, no era seguro. Me quedé haciendo un pequeño fuego para mantenerme caliente pero tuve que apagarlo al oír a gente acercándose. Oí reír a Cato y a Clove, estaban acompañados de Glimmer, Marvel, Noah, Marina y... Peeta. Dejé de oír sus pasos y alguien me tiró al suelo. Glimmer.

-Pero si es la Chica en llamas.- se rio Clove.- Peeta, no la dejes morir.- miré decepcionada a Peeta. ¿Cómo se había aliado con ellos?

-Pero si es el perrito faldero de Cato.- contesté sarcásticamente.- Cato, no dejes que mate a tu mascota.- recibí un puñetazo en la mejilla por parte de ella.

Eché mano de los puñales y en menos de tres segundos, me levanté y le hice un corte a Glimmer en la cara y puse el otro en el cuello de Cato. Le di una patada en la cara a Marvel y quité su arma de su alcance.

-Ahora mismo, me vais a escuchar a mi.- dije con seguridad. O eso intenté.- Vais a dejarme marchar, y no vais a buscarme, ni siquiera a matarme hasta que solo quedemos dos, tampoco os acercaréis a Rue o Peeta. U os encontraré y juro por la gracia de mi hermana, que os mataré de manera lenta y dolorosa.

-Bien, Chica en llamas, tu has ganado esta vez.- dijo Cato, sonando nervioso.

-Peeta, nos vamos.- el rubio vino conmigo y se llevó una de sus armas, el kukri y lo metió en mi mochila.

Volví a correr seguida de Peeta y nos escondimos en una cueva cerca del riachuelo que había. Me senté sin mirarle a la cara. Le había salvado, pero estaba enfadada con él, no, estaba furiosa. Intentó hablar conmigo pero no le quise escuchar.

-Cass, por favor...

-¡Cómo se te ocurre irte con ellos, cómo se te ocurre abandonarme!- grité.- ¡Lo único que me mantenía cuerda era saber que tú estarías bien, y veo que te alías con ellos!- ya no sabía si lloraba de ira o de alivio de tener a Peeta a mi lado.

-Lo siento.- dijo y me abrazó, yo empecé a llorar.

-Perdóname, por favor. No pretendía gritarte.- dije.

-Lo sé, Cassie, lo sé.- me separé de él y me agarró la cara.- ¿Estás bien?

-Ahora sí.- me sonrió y dejó un beso en mi mejilla.- Bésame.- susurré casi de manera inaudible

-¿Qué?- dijo él.

-Hay una cámara, bésame.- él vio la luz de la cámara y me hizo caso. Sinceramente, yo no sabía que había una cámara.