Cuándo llega la oscuridad.

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Capítulo 30. – Cuándo llega la oscuridad.


La luz poco a poco se fue abriendo paso y con ella llegó el silencio. Hyun Joong abrió los ojos, tiritando, sintiendo el viento helado en sus mejillas. Su cuerpo temblaba y bajar del árbol con las piernas torpes, le costó mucho trabajo.


Al tocar sus pies el suelo, dudó, pero el lobo se había ido.


Avanzó sin fijar mucho la vista. Sin observar detalles. Tenía miedo de lo que pudiera encontrar.


Ramas resquebrajadas, hierba removida. Y en medio de ese caos verde, estaba Saeng. Desnudo, herido por el frío, y con manchas parduzcas en sus manos, en el pecho, en la boca.


Hyun Joong lanzó un sollozo.


La sangre de los dos visitantes.


Se quitó la chaqueta y la puso sobre Saeng, acariciando sus brazos para no sentir frío. Sentándose a su lado para verlo despertar.


**


Con un sobresalto abrió los ojos. Despertar de una pesadilla debía provocar la misma confusión, esa angustia, ese miedo. La sensación en su boca le provocó náuseas y cierto sabor escondido le hizo temblar las manos.


- Young Saeng, has despertado.


Sintió la furia, la rabia del lobo, cómo reminiscencia de un sueño. Se incorporó mirando con miedo a Hyun Joong. - El lobo... Tú...


- Me subí a la copa de un árbol. El lobo no pudo encontrarme. - Se percató de las heridas de sus manos. Hyun Joong se dio cuenta y le restó importancia. - Es que subí muy aprisa.


El miedo de ser perseguido. La idea de feroz sobrevivencia lo sacudió. - ¿Y los hombres?


Hyun Joong pasó saliva. Desvió la mirada. - Se han ido.


No. Eso no era tan del todo cierto. ¿Cómo? ¿De qué forma?


Sus manos temblaron con más violencia. Las levantó hasta tenerlas frente a sus ojos. Las manchas parduzcas le dieron ganas de vomitar. Se palpó los labios sintiendo algo pegajoso. El horror de sí mismo lo hizo levantarse y empezar a caminar, buscando...


- ¡Young Saeng! ¡Hace frío!... - Advirtió Hyun Joong poniendo la chaqueta sobre sus hombros. Sus pies descalzos sintieron el rocío de la hierba. Las avecillas cantaban saludando a la mañana, mientras él seguía siendo parte de la noche y sus pesadillas. - Young Saeng... - Quitó la mano que intentó detenerlo, de un golpe. Siguió el camino que le indicaba el instinto. El olor a miedo, a carne fresca en su memoria.


Más allá, podía presentir algo, cerca de los arbustos, a unos cuántos metros del camino. Apresuró sus pasos, sin sentir el roce de las piedras hiriendo sus plantas.


El agarre en su muñeca, el giro de su cuerpo qué chocó con otro más cálido, más alto. Hyun Joong protegiéndolo con sus brazos. - No lo veas, Young Saeng. Déjame sufrir esto por ti.

Bajo esta blanca luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora