Capítulo 2.- El pueblo en el que nada sucede.
El sol se despidió y llegó la blanca luna. Con su cara lavada saludó al nocturno paisaje que empezaba a dormitarse. Era un sitio tranquilo, sin grandes acontecimientos. Al norte del pueblo vivía el viejo ahjussi, quién con un buen café y algo de tabaco se mantenía contento. También estaba la ahjumma, a quién nada de lo que acontecía en aquel pueblo escapaba a sus ojos. Había personas buenas y otras que no lo eran tanto. Estaban los jóvenes que alimentaban la alegría del pueblo con su bullicio. Un poco más al sur, en una casita llena de flores, vivía Ha Neul. Sus padres, personas sencillas, se dedicaban a la agricultura. Su hermana Yang Mi, aún muy pequeña, se dedicaba a deambular por la casa.
Ha Neul era ¿cómo decirlo? El espíritu de un hada materializado en una linda jovencita. Amable, estudiosa, con un corazón de oro puro. Y en ese corazón habitaba una persona, de quién hablaremos después. Ha Neul solía ver el lado positivo en todas las cosas. Y exaltaba lo bueno de cada persona. Ayudaba cuidando a su hermana y a otros pequeños, cuyos padres tenían que trabajar. Era muy dedicada y siempre tenía una sonrisa para quién la necesitara. A la luna le agradaba. Si tuviera que elegir, quizás la elegiría a ella, más eso no sería posible. La blanca esfera se sintió culpable y avergonzada decidió seguir su paso. Sabía, pese a todo, que Ha Neul, con ese ser tan inmaculado, sólo merecía a uno. Al más noble. Al mejor.
Si caminaba uno rumbo a la colina (coronada con una casa que nadie habitaba) y se pasaba el jardín de hortensias (que en ese entonces era el principal del pueblo, con una fuente cantarina a un costado), podía toparse con una casa de aspecto alegre y desenfadado. La casa rozaba el límite del pueblo, casi en las faldas de la colina, separado únicamente por un grupo macizo de árboles, que parecían en conjunto un pequeño bosque. En la casa, cortinas de colores saludaban desde las ventanas, y el sonido jubiloso de varias voces delataba que en ella vivía una familia feliz. El padre, hombre rudo y honesto, se dedicaba al laborioso arte de la carpintería. La madre, a quién el hogar la mantenía constantemente ocupada. Y los cuatro hijos. Tres de ellos eran pequeños y no pasaban de los diez años. Taeyang de siete, Dak Ho de ocho y Dong Sun de nueve. Estos tres niños tenían un héroe. Era su hermano mayor: Hyun Joong. La familia Kim en resumen.
Kim Hyun Joong no sólo tenía la admiración de sus hermanos pequeños, tenía también el respeto y la simpatía de la mayoría de las personas del pueblo. Reconocido como un chico intachable y de gran corazón, las personas adultas también lo trataban con deferencia. Llevaría una vida tranquila, eso pensaban todos, se casaría con Ha Neul y tendrían muchos hijos. Ambos llegarían a ancianos bajo el resguardo del sol y la luna.
En ese pueblo dónde nada extraordinario sucedía, nadie sabía que tanto se equivocaban. Nadie sabía lo que el destino les tenía deparado.
Un par de ojos, rasgados y oscuros como la noche, acechaban ocultos detrás de las sombras.
La luna escondió la cara apesadumbrada. Y si la vieran, sabrían que estaba llorando.
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Bajo esta blanca luna.
Фанфик"Te destrozará y no sólo físicamente. Te devorará el corazón. Estarás condenado. Te hundirás en la soledad y todo por amar a ese monstruo"... Título: Bajo esta blanca luna. Autora: Rizzetta Kim Pareja: Hyunsaeng Advertencia: Yaoi. Nota: Todos los de...