Aromas que aligeran el alma.

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Capítulo 16.- Aromas que aligeran el alma.


Con la cabeza gacha, aún en pijama y con los pies descalzos, escuchaba el sermón de sus padres. A voces, le apuntaban que Ha Neul regresó a su casa preocupada sin saber a dónde había ido de aquella manera. Hyun Joong también se sentía culpable, pero no podía decirles a todos la verdad de las cosas. – Ve a vestirte. Irás a disculparte con ella ahora mismo, Hyun Joong. – Le ordenó su padre sin admitir réplica. Y Hyung Joong obedeció.


Sus hermanos lo interceptaron en el camino. Con sus rostros infantiles, preocupados. - ¿Ya te sientes mejor, hyung? – Quiso saber el correcto Dong Su.


- Sí. – Respondió acariciando la mejilla de su hermano.


- Ha Neul es buena, perdonará a hyung...- Aseguró el pequeño Taeyang ganándose un ligero golpe del mediano.


- Te queremos, hyung. – Remató Dak Ho brindándole un abrazo. Taeyang le regresó el golpe pero sin gran esfuerzo.


- ¿Irás a ver a Ha Neul? – Dong Su se mordió los labios, pensativo. – Te deseamos suerte.


Hyun Joong guardó silencio. Sus hermanos se despidieron de él, con rostros serios, sabían de la situación entre él y sus papás y eso les inquietaba, porque Hyun Joong jamás había tenido tantos problemas.


Al llegar a la casa de la chica, la encontró podando las flores. Se detuvo al verlo. - ¿Hyun? – Se acercó apresuradamente y tocó su frente. - ¿Ya te sientes mejor?


- Sí, Ha Neul, gracias, y... lo siento. – Murmuró con una pequeña reverencia.


- No creas que con algo tan simple mi hija va a perdonarte. – La voz seca del padre de Ha Neul a sus espaldas lo alarmó, jamás le había hablado de ese modo. – Mi pequeña te cuida, pasa toda la noche sin dormir ¿y qué obtiene a cambio? ¿Qué huyas por la ventana como un bandido?


- Lo siento. – Se disculpó Hyun Joong muy apenado. – No volverá a ocurrir.


- Por supuesto, porque mi hija no volverá a velar por ti. – Aseguró el hombre con una mirada severa. - Es una lástima, pensé que eras otra clase de chico, ya habíamos hecho planes con tus padres e incluso la dote estaba lista para cuando se decidieran a comprometerse.


Eso fue como una bofetada para Hyun Joong ¿es qué acaso todo mundo estaba concibiendo su vida? – Papá... - Protestó Ha Neul débilmente, con las mejillas rojas. Ahora entendía Hyun todo a la perfección, había decepcionado a todos, por no hacer lo que ellos esperaban con tanta confianza, de él.


- Será mejor que me vaya. – Murmuró. En realidad quería salir huyendo. Correr sin parar hasta llegar a la Colina y acurrucarse en los brazos de Saeng. Inclinó de nuevo su cuerpo y comenzó a alejarse.


- Chico... - Oyó sin girarse. – Si enmiendas tu actitud, quizás mi hija te de otra oportunidad.


No oyó más. Caminó deprisa, guiando sus pasos al azar, sin darse apenas cuenta, tomó el camino que lo conducía a ese viejo huerto, donde la vieja y buena ajhumma (que se enteraba de todo) aseguraba había hurtos. Tenía tantas dudas, tenía tanto dolor en su pecho, y no había nadie a quién contarlo. Sus padres no lo escucharían, sus hermanos no lo entenderían, y ni qué decir de Ha Neul. Llegó y se dejó caer bajo un árbol, pensó en Saeng y en que deseaba protegerlo, evitar ese dolor cada vez que el lobo aparecía, pero no tenía la manera. Ni siquiera lo comprendía del todo y estaba tan asustado. Nadie le daría un consejo.

Bajo esta blanca luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora