Ese rayo de sol que entra por la ventana.

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Digamos que esto es una especie de cuento de hadas oscuro. Ya tenía la idea desde 360° y no quise quedarme con la espinita. Después comprendí que me había metido en camisa de once varas, pero ya lo empecé, ahora lo termino. Si han visto o leído "Déjame entrar" podrán ver qué es algo por el estilo. Aunque no pretendo que sea igual. Aclaro, no es una adaptación, fue sólo una ayuda para concretar la idea. En fin, sigamos y veamos que resulta.



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Capítulo 5. - Ese rayo de sol que entra por la ventana.



Hyun Joong no se movió. Aquél extraño chico había dicho su nombre. Poco a poco fue volviéndose hacia él. Seguía en el suelo, medio erguido, mirándolo con desconfianza. Lo detalló. Dueño de una mata de cabello oscuro; ojos nocturnos, brillantes; delgado, mucho, quizás demasiado; tez blanca y labios de chica. El cervatillo de quien hablaba la buena ajhumma. La sombra escurridiza que asaltaba los huertos y la marta que desolaba el gallinero de su padre. Hyun Joong tenía claro una cosa, y era que ese chico no era un ladronzuelo común.



- ¿Ya terminaste?



Hyun se desconcertó, dándose cuenta que había estado mirando al chico sin disimulo. Desvió la mirada. Su ropa estaba hecha una pena. - Tienes hambre.



No era una pregunta. El chico calló. Hyun no tenía ni idea de cómo dirigirse a ese arisco personaje, pero si quería lograr algo positivo, debería empezar por ser amigable. - La fruta es buena, pero los huevos crudos no tanto. Yo podría traerte una comida mejor. - Los ojos de ese chico, Saeng, brillaron ofendidos. - ¡Yah! ¡No es lástima! Los amigos no pueden sentirla.



Él, ese chico, Young Saeng, abrió grandes los ojos. - ¿Amigos?



Hyun se balanceó en sus talones, con las manos en la espalda, viajando la vista por el lugar, hasta detenerla de nuevo en él. - Sí. Si tú quieres.



El chico se mordió un labio, pensando. Al fin se animó a preguntar. - ¿Amigos? ¿Cómo con esa chica con la que siempre estás?



Hyun se detuvo tan de golpe que casi pierde el equilibrio. Fue su turno de abrir losojos con sorpresa. - ¿Cómo? - Su cerebro fue procesando lo dicho por Young Saeng, entonces comprendió... ¡Ese pequeño bribón! Lo apuntó acusándolo. - ¡Eres tú! ¡Tú quién me ha estado espiando!



Saeng se levantó de un brinco, Hyun actuó rápido y lo detuvo por el brazo antes de que echara a correr. - ¡No! ¡Lo siento! Hablemos ¿quieres?- Ahora sabía que tenía que andarse con cuidado. Podía inquietar al chico a tal punto, que podía terminar huyendo. - ¿Vives aquí? - Saeng fijó la vista en la mano que lo sujetaba. Hyun, al darse cuenta, lo soltó. - Lo siento... Yo... Un momento ¿tendré que vivir disculpándome contigo?

Bajo esta blanca luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora