Bajo esta blanca luna.

Quiero saber más de ti.

Capítulo 17.- Quiero saber más de ti.

La escuela lo absorbió y fue bueno para su cabeza. La charla con los dos viejos amigos (ahora Hyun los consideraba así), había quitado un poco de peso de sus hombros. Esa mañana repartió el periódico, fue a la escuela y cumplió como era debido. Regresó a casa y efectuó en silencio sus deberes. Sus padres suspendieron por un momento sus recriminaciones y la rutina de siempre cubrió todo de normalidad. Llegando la tarde, pidió permiso para salir a caminar un poco, no quería volver a complicar todo escapando de nuevo a la colina. El permiso fue concedido y pronto se halló dirigiendo sus ansiosos pasos hacia Young Saeng. Necesitaba hablar. Necesitaba saber.

Lo encontró sentado, mirando al lado opuesto del pueblo. La palidez había abandonado sus mejillas y lucía más confortado. - ¡Hyun Joong! – Gritó emocionado en cuanto lo vio y se colgó a su cuello. – Pensé que no vendrías.

- Pues estabas equivocado ¿quieres ir a nadar?

Saeng negó. – Aún me siento cansado, y tú también estuviste enfermo. – Se mordió un labio, mirando al suelo. – Fue ¿por mi culpa?

- Tuve un poco de fiebre, eso es todo. – Lo tomó de la mano para regresar al sitio donde Saeng estaba sentado y se acomodó junto a él. – Saeng, tenemos que hablar. – Saeng asintió. - ¿Mentirás? – El chico movió la cabeza con lentitud, negando.

- Bien, entonces...

- Nací así, mis padres eran lo que yo soy. Al menos eso es lo que supe. – Comenzó Young Saeng sin dar más vueltas. – Ellos... ellos murieron a causa del terror de la gente. Y alguien me protegió. Sabían... sabían que tarde o temprano yo... bueno, la luna me vencería.

- ¿No conociste a tus padres?

- No. – La voz del chico no mostró tristeza alguna, pero sus ojos sí lo reflejaron. – La gente los persiguió, aterrada. Fui escondido y protegido por dos hermanos, quienes me llevaron lejos, me criaron y cuidaron durante mi infancia.

Hyun tuvo una preocupación. - ¿Fueron buenos contigo?

- Ante los demás sí. Cuando estábamos solos en casa, no. Ellos sabían, por eso me protegieron. Sabían que un día la luna me haría cambiar y pensaban que si me ataban sería fácil controlarme y... querían mostrarme ante los demás como en un circo, cómo si yo fuera un fenómeno. – Hyun callaba, invitándolo a seguir. – A veces, a veces me golpeaban, para ver si algo sucedía, pero yo tenía miedo, Hyun, mucho miedo. La gente a mi alrededor sospechaba lo que ellos hacían, pero nadie intervino, sólo me miraban con lástima. Tú no me mirarás con lástima ¿verdad?

Los ojos de Hyun se clavaron en los suyos mientras lo tomaba por los hombros. - ¿Te parece que lo hago?

- No, tú me miras distinto. – Se acomodaron de nuevo y Saeng continuó. – Me amenazaban, me decían que sólo ellos podían evitar que yo, al convertirme en un monstruo, terminara devorando a alguien. Yo no lo quiero, Hyun, eso no. No quiero dañar a nadie.

Hyun lo abrazó con fuerza, para protegerlo de sus miedos. - No lo harás. Encontraremos el modo.