Bajo esta blanca luna.

De luna oscura.

Capítulo 20. - De luna oscura.

El miedo y las dudas no se alejaron con el correr de los días. Ha Neul, desde su pupitre, miraba a Hyun Joong preguntándose de dónde sacaba el valor para subir cada día hasta aquél horrible sitio.

Ella no había conseguido dormir en varias noches.

La respuesta surgió entonces como cruel daga hiriendo su corazón, al recordar la promesa escuchada "sólo a ti te amaré por siempre".

Lo amaba. Y de eso no había duda, porque Hyun Joong sabía el oscuro secreto de aquél chico, y aun así, y a pesar de todo, seguía subiendo tarde a tarde a la colina para encontrarlo.

El despecho despertaba entonces cómo nunca antes otro mal sentimiento.

Si antes Hyun teñía de colores todo su mundo, ahora esa monstruosidad de la colina los borraba sin consideración y dejaba sólo el negro de los celos, de un negro tan intenso como sus ojos.

Sentía que lo odiaba. Qué podía arrebatarle de la forma que fuera necesaria la felicidad, al igual que él lo había hecho con ella.

Y bien lo sabía, él era un monstruo.

Un ser de oscuridad.

Tanto así, que no alcanzaba a comprender cómo Hyun lo amaba tanto.

*****

- ¡Hyun! ¡No! ¡El agua está fría!

La primavera estaba a la vuelta de la esquina y el sol celebraba abrazando las tardes con su calor. El riachuelo invitaba a zambullirse en él y Hyun siempre era el primero en hacerlo. Corría quitándose la ropa en el camino y de un sólo salto entraba limpiamente en el río. Con malicia, arrojaba agua a Saeng mientras lanzaba carcajadas. Saeng entonces protestaba y sus gestos de enfado hacían sonreír a Hyun Joong.

La primavera sería buena con ellos. Al menos así parecía.

En casa, ya no hacían mención del asunto, pero sus padres conservaban la certeza de que tarde o temprano regresaría con Ha Neul. Hyun Joong pasaba de largo, fingiendo no darse cuenta. Algún día tendría que enfrentar a sus padres, pero aún no encontraba el valor para ello, y si a eso se le sumaba la situación de Saeng, la cuestión se tornaba más angustiante.

Sus hermanos, por su parte, lo miraban con sospecha. Quién antes robaba tiempo a Ha Neul para compartirlo con ellos, ahora desaparecía llegada la tarde. Si ya no estaba con ella, entonces ¿a dónde se iba con tanta prisa?

En susurros, planeaban el modo de averiguarlo. Tal vez se ganarían un castigo por salir solos de casa, pero querían saber a dónde se dirigía su hyung y porque al volver, tenía esa sonrisa en su cara.

El sol de la primavera prometía ser radiante, pero una luna celosa, acechaba sin cesar, la casa de la colina.

******

Los deberes de la casa terminaron por ese día y Hyun Joong, contento, tomó algo de fruta, escondiéndola en su morral. Dijo algo sobre caminar un poco y sus padres, suponiendo que iría a ver a Ha Neul, accedieron sin más preguntas. Hyun tomó su camino, sin percatarse de los pequeños pasos que lo seguían a hurtadillas.

Al llegar a su destino, lo recibieron dos cálidos brazos. Hyun Joong se dejó envolver por un tiempo indefinido. Tomó la mano de Saeng y lo arrastró hasta una dónde los árboles los arroparían con su sombra.